Muerte en Bangkok (como es conocida en algunos países hispanohablantes) es una película tailandesa muy estilosamente dirigida y escrita por los hermanos Oxide Pang y Danny Pang. Una producción muy peculiar de tan solo 800000 dólares de presupuesto, pero que fue bien recibida por la crítica en su momento por su violencia y estilo de dirección. He estado decentemente familiarizado con los otros filmes de los hermanos Pang, pero este en particular llamó mi atención al ser su primera película (o al menos en la que trabajaron juntos) y ser de los géneros crimen y thriller. Esta también es la primera película tailandesa que veo, lo que la vuelve una experiencia aún más interesante para mí.
En esta reseña voy a detallar muchos de los sucesos por lo que inevitablemente habrán spoilers. Ya están advertidos.
La película se ve llamativa –eso era de esperarse de los hermanos Pang– y consiguió que unos asesinos se vean geniales. Quizás no debería enorgullecerme de decir que me agradan estos criminales, pero la película hace un decente trabajo en presentar a sus personajes principales como empáticos a pesar de lo perversos que sean sus actos. El caso de Kong es mi favorito, siendo alguien corrompido y solitario pero que agradece la compañía de sus pocas amistades. Su incapacidad de oír o hablar, así como su desafortunado entorno en el que creció fue lo que lo llevó a esta infame posición, por lo que se le puede considerar como alguien trágico en vez de realmente malévolo. Aparte de esos preciosos momentos de humanidad como en el que pasa el rato en su departamento con Joe, lo más crucial en su desarrollo es la involucración de Fon. Ella es lo opuesto a Kong, siendo alguien pura e inocente que tiene una visión más optimista de los demás. La tierna relación que se crea entre ellos me parece realmente efectiva y de lo más apropiada para este contexto. Fon es inconsciente del terrible trabajo de Kong, y como este no puede comunicarle nada se crea una ambigüedad sobre la clase de persona que es Kong, con este sólo diciéndole su nombre escribiéndolo en su brazo. Ella lo, por así decirlo, adopta y lo lleva a su mundo, haciéndole conocer a su familia y haciendo actividades inocentemente divertidas juntos. Esto hace entender a Kong que hay más cosas que apreciar en la vida y a reconocer las virtudes e inocencia de los demás, por lo que incluso después de que desafortunadamente Fon se entere de su ocupación y que por consiguiente no quiera saber más de él, Kong se pone a reflexionar sobre lo que ha hecho.
Otro punto que mejora en gran medida a esta película son sus excelentes actuaciones. Pawalit Mongkolpisit hace un excelente trabajo en mostrar todas las expresiones correctas y creíbles de Kong y lo vuelve un personaje más agradable en general, aún si su personaje no tiene líneas. También se destaca la actuación tan intensa y emotiva de Patharawarin Timkul como Aom… aunque su personaje me lleva a un posible defecto de la película. La verdad es que no tengo problemas con que las únicas dos mujeres principales (Aom y Fon) sirvan meramente como intereses románticos de los protagonistas masculinos, porque el contexto de esta historia –el mundo criminal en Bangkok– es algo morboso por lo que es lógico que los hombres sean más propensos a involucrarse en algo tan demente como eso. Sin embargo, sigue sin gustarme ese horrible incidente con Aom que llevó a Joe a vengarse de su banda criminal y posteriormente ser matado por ellos. Aunque claro, es entendible a nivel narrativo que una tragedia como esta, lo de perder a su mejor amigo, sea efectivo para acrecentar el arrepentimiento de Kong por todas las personas que ha matado. Moralmente quizás incluso Joe y Aom merecen lo que les ha ocurrido, después de todo no han sido exactamente santos, por lo que Kong decide hacer lo único que puede para redimirse por sus pecados y saciar su última venganza: masacrar a toda la banda criminal y acabar con su propia vida al final. La pelea final de Kong contra todos los criminales es asombrosa, seguida del final tan eficientemente emotivo en el que Kong se dispara a él y al jefe en la lluvia, con Fon viniendo para ver tristemente a Kong por última vez. Kong definitivamente no fue un héroe, pero vaya que quedó como el puto amo.
Valoración: 7/10
Peligro en Bangkok (2008)
Para ser honesto, cuando estuve viendo la película no veía qué estaba tan mal de esta, creo que estaba demasiado encantado por la dirección de los hermanos Pang como para concentrarme. Aparte de los muy notables cambios en el guion en comparación a la original, este remake goza de un presupuesto altísimo y lo aprovechan en gran manera. La mejor palabra para describir la parte visual de la película es GRANDE – hay varias vistas panorámicas a las distintas zonas de Bangkok, desde las más rurales hasta las más pudientes, incluso enfocándose en numerables ocasiones en edificios lujosos, hasta la casa en la que se aloja Joe da mucha envidia. También se dieron el lujo de componer escenas que requieren de varios extras, vehículos y efectos especiales – siendo esto especialmente notable en las varias escenas de acción inyectadas a este remake, como la persecución con botes, o cuando Joe trata de matar a ese político. Es simplemente deslumbrante lo grande y lujosa que se ve la película, y sumada al estilo tan genial, realista y minucioso de la dirección y edición de los hermanos Pang hacen que esta se vuelva una delicia para los ojos…
Pero luego de terminar de verla y ponerme a pensar en lo que vi me di cuenta de cuál es el problema de esta película. La actuación de Nicolas Cage si bien no me pareció exactamente remarcable tampoco pienso que haya sido tan mala, él mismo mencionó que no estaba intentando nada en especial con su personaje ya que se estaba prestando a todo lo que dijeran los directores. El problema es que las varias alteraciones a la historia han terminado por hacer que ésta pierda gran parte de su drama y tragedia, y que tenga mucho menos sentido. ¿Recuerdan lo interesante que fue la idea de tener a un protagonista sordomudo? Pues aquí el protagonista Joe (Nic Cage) puede comunicarse y oír sin problemas, mientras que la farmacéutica con la que se enamora (Fon) es la que le toca ser la muda. Todo el pasado trágico y la emoción de que este pobre asesino encuentre el amor no está presente en el remake, y de hecho que Fon sea sordomuda es prácticamente innecesario para la trama. Hasta la parte de Aom ha sido bastante suavizada, con ella no pasando por nada hasta casi el final de la película. Como Joe no tiene la misma complicación y angustia que su contraparte de la original (que vendría siendo Kong), su historia se reduce en ser un simple asesino internacional que llega a Tailandia para hacer unas últimas misiones antes de retirarse, sólo que ahí encuentra a un amigo/pupilo llamado “Kong”, y a un nuevo amor, la dulce y simpática Fon. La omisión de la parte de la tragedia de Aom y el amigo del protagonista en esta película sí que reduce el drama, ya que como aquí Joe no pasa por eso simplemente se vuelve bueno por su amigo y su novia – prácticamente por la magia de la amistad, incluso Kong le admira y adula a Joe haciéndole una comparación con un político que ayuda a los pobres.
(al menos incluye este bueno e infravalorado ejemplar de bubblegum pop)
Valoración: 6/10