Episodios 22 - 24
Durante la producción del anime de Dragon Ball Z, Toei se tomó la libertad de enriquecer el mundo de Dragon Ball con todo tipo de contenido y lore no presente en el manga, en forma de mini-historias y arcos adicionales y películas. Lo puedes llamar relleno, pero Toei para este punto ya había creado su propio universo animado de Dragon Ball y todo lo el lore que hayan inventado para este se puede considerar canónico para Dragon Ball Z y GT. La raza tsufuru es un interesante caso de un concepto inventado para la versión animada que pasaría a ser explorado más a fondo en futuras historias de Dragon Ball no escritas por Toriyama (aunque él supuestamente estuvo a cargo de sus iniciales diseños e historia). Dicho elemento fue expuesto por primera vez en el episodio 20 de DBZ, en el que Kaiosama le explica a Goku sobre la batalla librada entre los saiyajin y los tsufuru.
En el flashback mostrado en el cuento de Kaiosama (acompañado de una chévere y energética cancioncita de Kouji Kaya) se nos muestra a los tsufuru como una sociedad tecnológicamente avanzada que convivía con los saiyajin, hasta que estos últimos decidieron declararles la guerra y luchar contra ellos hasta llevarlos a la extinción y robarles el territorio y la tecnología, de ahí los famosos rastreadores monóculo. Esta historia fue claramente inventada por Toei para hacer énfasis en lo crueles y despiadados que son los saiyajin, yendo en línea con lo poco que hemos visto y sabemos de ellos – Raditz estuvo dispuesto a matar a su hermano y sobrino, Nappa mata a varios de los amigos de Goku, etc. Claro que como aún no se había revelado nada sobre Freezer y la historia remota de los saiyajin, hay varias discrepancias con el lore que Toriyama implementaría en el manga y gran parte de esto pasaría a ser retconeado. Además de que en DBS Broly se revela que Freezer es el que entregó los rastreadores a los saiyajin, Kaiosama también menciona que fue una especie de “dios saiyajin” el que destruyó por sí mismo el planeta Vegeta y llevó a la especie a estar al borde de la extinción, lo cual sabemos que no es cierto, a menos que por alguna razón Kaiosama haya querido mentirle al pobre Goku.
En un par de ocasiones vimos a Toei crear historias sobre los últimos remanentes de la raza tsufuru volver para vengarse de los pocos saiyajin restantes, siendo estos los que actualmente residen en la tierra como los protectores de esta y son los héroes de la historia. La primera vez fue en el videojuego y OVA de 1993: El plan para erradicar a los saiyajin, y la segunda y mucha más conocida fue con el personaje Baby de Dragon Ball GT, quien es el principal enfoque de esta entrada y esta peculiar saga.
Pero aún estamos en el episodio 22 de DBGT y el único indicio sobre esta conexión se da cuando Baby despierta de su capsula tras oír la palabra saiyajin. Solo para que justo después los tres héroes lo destrozan en un santiamén. Esto quizás suena como si el episodio tuviera menos mérito de lo que en realidad tiene. ¿Recuerdan lo que decía sobre que GT tendía a asustarme con cosas como sus villanos en ocasión? Pues toda la imagen de este feto-cosa-ciborg-monstruo llamado Baby al que el Doctor Myu tanto adoraba me aterró de niño como ninguna otra cosa que haya visto en una serie animada. Algo que haría a esto más espeluznante sería que Baby siga con vida, mate a Myu, y que este haya sido el verdadero responsable de las máquinas mutantes – ¡y la serie hace todo eso! (Además, me gustaría elogiar al actor de voz de Baby en latino, sí que le dan un tono macabro y enojado y al mismo tiempo suena creíble con la voz de niño.)
Obviamente el inicio de esta nueva saga significaría el más grande cambio por el que pasaría la serie, y la mayor prueba de eso es que este episodio sería el último escrito por Aya Matsui (¡quien fue acreditada como la compositora de la serie!), y que a partir de aquí el que tendría el mayor número de créditos en los guiones de la serie sería Atsushi Maekawa. No creo que Matsui se haya retirado de la serie desde este punto, supuestamente ella debe ser la que ha planteado esta saga considerando que ella escribió los episodios en los que debutó este nuevo antagonista, pero ciertamente será interesante ver lo que los otros guionistas tienen para ofrecer para lo que queda de esta serie.
Otro guionista por ejemplo, sería uno con el que estoy familiarizado y que trabajaría solo en la saga de Baby – estoy hablando de Junki Takegami, quien fue el guionista principal de las series Sentai Megaranger, GoGoFive, Gaoranger y Go-Onger, así como de otras serie tokusatsu (como Cybercop o Ryukendo), y teniendo un montón de otros créditos en diversas franquicias de animes populares, pero ustedes entenderán que como el blog nació en parte como un blog de tokusatsu le doy mucha más atención a su conexión con ese medio. Como sea, el primer guion de Takegami para GT es… bastante decente. El desafío de conseguir esta esfera del dragón es uno que estaba pasando mucho por mi cabeza, ¿qué pasa si esta está en un lugar inaccesible? ¿Qué tal si esta está por ser destruida? Pues en esta ocasión se encuentra dentro de una nave espacial que perdió el rumbo, su tripulación misteriosamente pereció, y ahora se dirige a un sol. El episodio se desarrolla normalmente, con la mayor tensión estando en escapar de la nave antes de que esta impacte contra el sol, con lo más curioso siendo ese niño tripulante sobreviviente que rescataron del lugar.
En el siguiente episodio llevan al niño al planeta de la medicina, a lo que se revela que el pequeño estaba siendo controlado por Baby para poder acechar y posesionar a los guerreros Z. Maekawa principalmente se enfoca en la comedia en esta ocasión, pero su progreso de Baby, como lo de meterse en el cuerpo de Trunks momentáneamente y tomar una conveniente nave hacia la tierra, hacen que el episodio valga la pena… casi. La comedia debe ser inofensiva, ¿verdad? Pues lo de que Goku le tema a las inyecciones ciertamente lo es, pero la infame escena con Pan y el venado sí es algo de lo que avergonzarse, tanto para el idiota que lo ha puesto en el guion, los que aprobaron ponerlo en televisión, y todos los que ven la serie. No es por defender la escena, pero la comedia en toda la franquicia de Dragon Ball a veces consiste en cosas demasiado morbosas y de mal gusto. Todas las escenas en las que Roshi acosa a las mujeres, por ejemplo. No recuerdo muy bien pero creo que en una ocasión una chica huye de él en el torneo de la fuerza porque creía que él la iba a violar… vaya que supieron dejar los malos hábitos en el siglo pasado. (A Roshi lo perdonan y adoran por todo eso, pero no le dan nada de respeto a mi ídolo Ten Shin Han, esa es una razón válida para odiar DBS y nadie puede probarme lo contrario.)
En estos episodios Atsushi Maekawa vuelve a enfocar la acción en la tierra, con el resto de los guerreros Z enfrentando al recién llegado Baby, además de dejarnos ver un poco de la vida personal de estos personajes (momentos “slice of life”, que la gente aparentemente adora de Super aunque sean una puta mierda). No puedo evitar sentir que Maekawa está tratando de corregir lo que Toriyama y Matsui han hecho con el planteamiento de GT. Lo primero que vemos es la escena en la que Vegeta se afeita luego de que Bura le haya dicho lo ridículo que se ve con bigote. No solo aquí Maekawa se burla del diseño que Toriyama hizo para Vegeta de GT, que lo hace ver como un papá anticuado de un sitcom, sino que también cambiaría completamente la vestimenta de Vegeta a una más digna de un luchador tan badass como él, con ese genial chaleco y esos sexys pantalones de cuero. No estoy seguro de quien diseñó esa nueva vestimenta para Vegeta, lo más probable es que fue Katsuyoshi Nakatsuru.
Aparte de Vegeta, también vemos más del amorío insípido de Goten, y otro acto cómico de Mr. Satán haciéndole frente al villano de turno, lo cual de hecho sí tiene gracia. Mientras que lo que nos muestran de Goku y los demás buscando las esferas del dragón restantes parece sacado de Looney Tunes, haciéndome pensar que esa es otra burla de Maekawa hacia las ideas ridículas de Aya Matsui de la saga anterior.
En el siguiente episodio llevan al niño al planeta de la medicina, a lo que se revela que el pequeño estaba siendo controlado por Baby para poder acechar y posesionar a los guerreros Z. Maekawa principalmente se enfoca en la comedia en esta ocasión, pero su progreso de Baby, como lo de meterse en el cuerpo de Trunks momentáneamente y tomar una conveniente nave hacia la tierra, hacen que el episodio valga la pena… casi. La comedia debe ser inofensiva, ¿verdad? Pues lo de que Goku le tema a las inyecciones ciertamente lo es, pero la infame escena con Pan y el venado sí es algo de lo que avergonzarse, tanto para el idiota que lo ha puesto en el guion, los que aprobaron ponerlo en televisión, y todos los que ven la serie. No es por defender la escena, pero la comedia en toda la franquicia de Dragon Ball a veces consiste en cosas demasiado morbosas y de mal gusto. Todas las escenas en las que Roshi acosa a las mujeres, por ejemplo. No recuerdo muy bien pero creo que en una ocasión una chica huye de él en el torneo de la fuerza porque creía que él la iba a violar… vaya que supieron dejar los malos hábitos en el siglo pasado. (A Roshi lo perdonan y adoran por todo eso, pero no le dan nada de respeto a mi ídolo Ten Shin Han, esa es una razón válida para odiar DBS y nadie puede probarme lo contrario.)
Episodios 25 – 29
Aparte de Vegeta, también vemos más del amorío insípido de Goten, y otro acto cómico de Mr. Satán haciéndole frente al villano de turno, lo cual de hecho sí tiene gracia. Mientras que lo que nos muestran de Goku y los demás buscando las esferas del dragón restantes parece sacado de Looney Tunes, haciéndome pensar que esa es otra burla de Maekawa hacia las ideas ridículas de Aya Matsui de la saga anterior.
Regresando a la acción: realmente aprecio que Goten sea el primero en enfrentar a Baby, es bueno ver a mi chico enfrentarse al villano principal por sí mismo y la destrucción a gran escala y efectos del estudio Carpenter nos dan una corta pero atrapante batalla. Quiero hacer más énfasis en la destrucción, sabemos que estos tipos pueden destruir planetas sin esforzarse por lo que es lógico que veamos lo peligrosas que son estas peleas y todo el inmenso poder de los personajes – de ahí no digan que Goku es más débil que Naruto porque no vemos mucha destrucción en sus peleas. Goten pierde y pasa a ser huésped de Baby, llevándonos a la interesante pelea de hermanos con Gohan. La caracterización de Baby Goten, sus interacciones y la reacción de los demás hacia éste son excelentes y causan un buen drama entre personajes. Lo de ver a Goten y Gohan pelear me parece brillante, pero lamentablemente la pelea no dura mucho – la serie está demasiado enfocada en irse rápidamente a la siguiente batalla y la única consecuencia de esta pelea es que ahora Gohan también es controlado por Baby.
Una cosa más, esta es la primera vez que vemos a Gohan pelear en GT y notamos que por alguna razón ni aquí ni en ninguna pelea posterior en la serie usa la forma “Mística” (o saikyo no senshi, pero me gusta más el otro término). La explicación de esto sería que Gohan dejó de entrenar en estos años de paz y olvidó cómo usar esa transformación, tal como pasó en Super. Pero una guía de la serie menciona que Gohan no dejó de entrenar en este lapso, lo cual o bien puede significar que a los guionistas se les olvidó por completo esa transformación o que esa guía no es del todo verídica, por lo que deberían dejar de usar esa guía como prueba de esa estupidez de que Vegetto de Z es “más fuerte que super saiyajin 4”. Otros teorizan que quizás Gohan está usando el super saiyajin combinado con su forma mística, lo cual pondría las escalas de poder de GT como aún más ridículas.
Una cosa más, esta es la primera vez que vemos a Gohan pelear en GT y notamos que por alguna razón ni aquí ni en ninguna pelea posterior en la serie usa la forma “Mística” (o saikyo no senshi, pero me gusta más el otro término). La explicación de esto sería que Gohan dejó de entrenar en estos años de paz y olvidó cómo usar esa transformación, tal como pasó en Super. Pero una guía de la serie menciona que Gohan no dejó de entrenar en este lapso, lo cual o bien puede significar que a los guionistas se les olvidó por completo esa transformación o que esa guía no es del todo verídica, por lo que deberían dejar de usar esa guía como prueba de esa estupidez de que Vegetto de Z es “más fuerte que super saiyajin 4”. Otros teorizan que quizás Gohan está usando el super saiyajin combinado con su forma mística, lo cual pondría las escalas de poder de GT como aún más ridículas.
El encuentro y pelea de Baby Gohan con Vegeta siempre fue uno de mis momentos favoritos de toda esta serie. Hasta este punto Vegeta había pasado a ser el rival de Goku a otro humillado personaje secundario de la serie, como Yamcha o Ten Shin Han. Entiendo esta progresión de personaje para Vegeta, lo de abandonar esa obsesión de superar a Goku y aceptar vivir como un terrícola con su nueva familia – es una progresión adecuada después de todo su desarrollo en la saga de Buu, pero sigue siendo uno de los personajes más centrales y populares de la serie – está claro que todos queremos ver más de él y que la serie mantenga su dignidad. En ese sentido, casi me parece una reivindicación que Vegeta sea reconocido nuevamente como el saiyajin más poderoso en la tierra, y que tenga todo un episodio enfocado en su pelea con el villano principal y su conexión con este (volveré a este punto en un rato). Y vaya que la serie cumple con darnos algo espectacular para esta importante paliza pelea, de lo mejor que ha hecho el estudio Seigasha pero en especial de los animadores Masahiro Shimanuki y Naoki Tate.
Me encanta esta pelea, aunque nuevamente Vegeta recibe una golpiza por parte del villano, me gusta porque muestra la tenacidad de seguir peleando de Vegeta y una pelea inédita de este solo contra los hijos de Goku. La mejor parte es cuando finalmente Vegeta reconoce y recuerda a Baby, seguido del flashback que muestra la batalla final entre los saiyajin y los tsufuru, con lo de cómo el rey Vegeta fue el principal responsable de la erradicación de los tsufuru haciendo aún más temático y personal que Baby quiera vencer y apoderarse del cuerpo de su hijo. Baby fue el último experimento hecho por los tsufuru y enviado al espacio con la esperanza de que pueda vengar a su raza. Suena como un completo calco de la historia de Hatchiyack, solo que Baby sí tendría su propia saga y no un OVA mediocre.
El personaje regresa la serie al lore sobre los saiyajin introducido y explorado en las primeras sagas de Dragon Ball Z. Y tal como el villano que culmina esa gran saga, Freezer, Baby también busca acabar con los saijajin. Sólo que a diferencia de Freezer que era igual de cruel y despiadado que los saiyajin y buscaba eliminarlos por temor a la leyenda del súper saiyajin (al menos antes del retcon…), Baby tiene la venganza como su mayor motivación para destruirlos. Claro que a partir de aquí tendría otras intenciones malévolas aparte de vengarse, pero quien lo puede culpar por querer masacrar a estos canallas espaciales. Los nuevos fans y las nuevas historias de Dragon Ball han vuelto algo romántico a los saiyajin y sus orígenes, solo miren al nuevo Bardock que envió a su hijo para que pueda vivir felizmente (o para que la gente pueda acusar más a Goku de ser una copia de Superman), o los saiyajin anoréxicos del universo 6. Pero cuando Toei estaba haciendo GT, aún tenía en la memoria lo que los saiyajin realmente eran: una raza de simios, cavernícolas, hombres lobo, sedientos de sangre que les producía placer pelear sin remordimiento y que por toda su historia han sido responsables de innumerables masacres en todo el universo. Por eso Baby funciona tan bien como villano en este punto tan cerca de la culminación de toda la saga, como alguien que busca que nuestros protagonistas tomen responsabilidad de sus acciones del pasado. Así que sí, Baby está (algo) en lo correcto, es hora de castigar a esos neandertales por toda la sangre que han derramado por el universo, y devolver la gloria a la raza tsufuru.
El personaje regresa la serie al lore sobre los saiyajin introducido y explorado en las primeras sagas de Dragon Ball Z. Y tal como el villano que culmina esa gran saga, Freezer, Baby también busca acabar con los saijajin. Sólo que a diferencia de Freezer que era igual de cruel y despiadado que los saiyajin y buscaba eliminarlos por temor a la leyenda del súper saiyajin (al menos antes del retcon…), Baby tiene la venganza como su mayor motivación para destruirlos. Claro que a partir de aquí tendría otras intenciones malévolas aparte de vengarse, pero quien lo puede culpar por querer masacrar a estos canallas espaciales. Los nuevos fans y las nuevas historias de Dragon Ball han vuelto algo romántico a los saiyajin y sus orígenes, solo miren al nuevo Bardock que envió a su hijo para que pueda vivir felizmente (o para que la gente pueda acusar más a Goku de ser una copia de Superman), o los saiyajin anoréxicos del universo 6. Pero cuando Toei estaba haciendo GT, aún tenía en la memoria lo que los saiyajin realmente eran: una raza de simios, cavernícolas, hombres lobo, sedientos de sangre que les producía placer pelear sin remordimiento y que por toda su historia han sido responsables de innumerables masacres en todo el universo. Por eso Baby funciona tan bien como villano en este punto tan cerca de la culminación de toda la saga, como alguien que busca que nuestros protagonistas tomen responsabilidad de sus acciones del pasado. Así que sí, Baby está (algo) en lo correcto, es hora de castigar a esos neandertales por toda la sangre que han derramado por el universo, y devolver la gloria a la raza tsufuru.
Y así, surge uno de mis villanos favoritos de toda la franquicia, y también uno de los pocos personajes y conceptos de GT que son generalmente bien recibidos por los fans. Este episodio también es el que introduce el nuevo ending, “Don’t You See!” de ZARD. Los fans latinos nos perdimos de esta nostálgica, melancólica melodía cantada por una de las voces más hermosas (y extrañadas) de Japón; este es por mucho mi ending favorito de todo GT, y también de toda la franquicia. Las imágenes de este nuevo ending tampoco distan mucho de ese valor emocional, con varias tomas tan tiernas y sutiles de los personajes que tanto hemos llegado a querer a lo largo de esta historia. Si hay algo que puedo decir que Dragon Ball Super también ha hecho bien ha sido justamente sus endings, el cuarto de estos en particular (Forever Dreaming) es mi favorito y me encantó su forma de agrupar a los personajes en grupos, tal como lo hizo este ending de GT.
Episodio 28: A pesar de que Baby ha infestado de parásitos a toda la población de la tierra y las cosas ya se estén viendo fúnebres, este episodio es mayormente chistoso. Mr. Satán y Buu son los únicos que no han sido afectados por este gracias a la fisiología de chicle de Buu y su plan de absorber a Satán para que no sea afectado. Por supuesto que aprecio que Satán, uno de mis personajes favoritos, vuelva a tener relevancia y que la serie de hecho sí quiera darle uso a Buu, a diferencia de las pendejadas que hace DBS para no incluirlo.
Goku y su banda risueña regresan a la tierra tras haber terminado de recolectar las esferas del dragón, y son recibidos por los demás como una novia que descubrió que la engañaste. La escena en la que Trunks se enfrenta a su padre en especial es una de las que más recuerdo. Debió ser tan terrorífico para Trunks ver que Vegeta haya sido posesionado por Baby, que ataque tan fríamente a Giru, y que él mismo también pasaría a ser controlado por ese villano. Solo traten de verlo desde su perspectiva, hasta Goku sabía que algo andaba mal antes de aterrizar en la tierra, y esa paranoia resultó ser cierta. (Y no me digan que ver a Giru así de dañado, después de tratar de defender a Trunks, no fue desgarrador.)
(Nota: ¿Qué edad se supone que tiene Bura? Debería ser de la misma edad o menor que Pan, pero se viste como mis compañeras de secundaria cuando iban a esas fiestas de lacras.)
Episodio 28: A pesar de que Baby ha infestado de parásitos a toda la población de la tierra y las cosas ya se estén viendo fúnebres, este episodio es mayormente chistoso. Mr. Satán y Buu son los únicos que no han sido afectados por este gracias a la fisiología de chicle de Buu y su plan de absorber a Satán para que no sea afectado. Por supuesto que aprecio que Satán, uno de mis personajes favoritos, vuelva a tener relevancia y que la serie de hecho sí quiera darle uso a Buu, a diferencia de las pendejadas que hace DBS para no incluirlo.
Goku y su banda risueña regresan a la tierra tras haber terminado de recolectar las esferas del dragón, y son recibidos por los demás como una novia que descubrió que la engañaste. La escena en la que Trunks se enfrenta a su padre en especial es una de las que más recuerdo. Debió ser tan terrorífico para Trunks ver que Vegeta haya sido posesionado por Baby, que ataque tan fríamente a Giru, y que él mismo también pasaría a ser controlado por ese villano. Solo traten de verlo desde su perspectiva, hasta Goku sabía que algo andaba mal antes de aterrizar en la tierra, y esa paranoia resultó ser cierta. (Y no me digan que ver a Giru así de dañado, después de tratar de defender a Trunks, no fue desgarrador.)
El lado de Goku y Pan tampoco es mucho mejor, a estos les toca enfrentar a su familia directamente. Pan es nuevamente vencida y dejada de lado por esta pelea, pero puedo aceptarlo porque esta interesante pelea lo compensa. Lo que más me llama la atención de este enfrentamiento es el poderío demostrado de Goku, con este pudiendo hacerle frente a Gohan y Goten sin siquiera transformarse. Eso debería demostrar fácilmente que Goku ha superado el poder que tenía en Z por un gran margen.
Y hablando de poder, en este siguiente episodio se ve la pelea más grande en cuanto a poder de la serie hasta ahora. Goku se enfrenta a Baby Vegeta, y aun usando el super saiyajin 3 no le puede hacer mucho. Eventualmente Baby le demuestra quien tiene el poder saiyajin más aterrador que se haya visto (más que el de Vegetto), y Goku coincide con eso. Solo piénsenlo, Goku en su forma básica es mucho más poderoso de lo que era como un SSJ3 en DBZ, y ahora lo vemos usando esa transformación y ni así puede vencer a este nuevo villano (¡y este está en su primera y más débil forma!). No sé ustedes, pero para mí eso debería dejar más que en claro que las escalas de poder en GT están tan por encima de las de Z que sería un completo disparate insinuar que Vegetto de Z puede vencer a Goku SSJ4.
Y hablando de poder, en este siguiente episodio se ve la pelea más grande en cuanto a poder de la serie hasta ahora. Goku se enfrenta a Baby Vegeta, y aun usando el super saiyajin 3 no le puede hacer mucho. Eventualmente Baby le demuestra quien tiene el poder saiyajin más aterrador que se haya visto (más que el de Vegetto), y Goku coincide con eso. Solo piénsenlo, Goku en su forma básica es mucho más poderoso de lo que era como un SSJ3 en DBZ, y ahora lo vemos usando esa transformación y ni así puede vencer a este nuevo villano (¡y este está en su primera y más débil forma!). No sé ustedes, pero para mí eso debería dejar más que en claro que las escalas de poder en GT están tan por encima de las de Z que sería un completo disparate insinuar que Vegetto de Z puede vencer a Goku SSJ4.
La pelea suena genial, es importante y todo, por lo que siento que debieron dejar este episodio a cargo de uno de los mejores estudios de animación y no al de Masayuki Uchiyama. Baby Vegeta llega a su segunda y tercera forma con ayuda de los otros saiyajin (de haber recibido el poder de cinco, podría haberse vuelto el súper saiyajin dios). Goku recibe una tremenda zurrada por el cuerpo de Vegeta una vez más (que mal que Vegeta no esté consciente para sentirlo), y el episodio termina con este recibiendo la bola mortal del rencor (perfecto nombre).
Viendo esta saga ahora me hace apreciar unas cuantas cosas más y entender las intenciones de los encargados de esta obra. Entre las decisiones atrevidas como traer de vuelta a los tsufuru, dar un tono más oscuro y orientado en las peleas como en DBZ, y la consistente formidable animación, la serie definitivamente ha tomado un mejor rumbo que la idea de regresar a las aventuras y payasadas del Dragon Ball original. Esto es para lo que quería ver GT, ver estas ideas originales hechas por parte de gente que trabajó en esta saga. Claro que hay algunos aspectos en los que podría haber sido mejor, y sé muy bien que en las próximas entradas voy a señalar más de estas carencias, pero realmente me emociona estar disfrutando nuevamente esta divertida serie.
Viendo esta saga ahora me hace apreciar unas cuantas cosas más y entender las intenciones de los encargados de esta obra. Entre las decisiones atrevidas como traer de vuelta a los tsufuru, dar un tono más oscuro y orientado en las peleas como en DBZ, y la consistente formidable animación, la serie definitivamente ha tomado un mejor rumbo que la idea de regresar a las aventuras y payasadas del Dragon Ball original. Esto es para lo que quería ver GT, ver estas ideas originales hechas por parte de gente que trabajó en esta saga. Claro que hay algunos aspectos en los que podría haber sido mejor, y sé muy bien que en las próximas entradas voy a señalar más de estas carencias, pero realmente me emociona estar disfrutando nuevamente esta divertida serie.