sábado, 11 de mayo de 2024

Dragon Ball GT: Episodios 60 – 64, y el recuerdo de una leyenda


Me introduje a las series de Dragon Ball a mediados de los 2000s. No sé cómo les fue a mis contemporáneos en el fandom pero para mí en ese entonces estas series no me parecían tan accesibles. Las series ya habían acabado hace años y los canales de televisión las pasaban cada vez menos. Por esa época tenía la impresión de que no a muchos de mi edad les importaba Dragon Ball y que la mayor parte del fandom estaba conformado por esos millennials que vieron las series cuando recién llegaron. En aquel entonces yo era de los fans más jóvenes, y ahora con esta nueva generación de fans que se introdujeron con Super, podría considerarme como uno de los fans más experimentados. Hay individuos más versados que yo en este tema que podrían explicar más, pero puedo contar unas cuantas cosas peculiares sobre mis tiempos. Una de las cosas que más añoro era que si hablábamos sobre cuál es el más poderoso de todos los guerreros de esta franquicia de machos, había un indisputado campeón… y su cabeza no tenía forma de sandía.

Gogeta Super Saiyajin Cuatro, quien hizo su debut en el episodio 60 de Dragon Ball GT, la fusión de los dos héroes más poderosos de la serie en sus fases más nuevas e impresionantes, y oponente del más grande villano que había en la franquicia: Omega Shenron. Sólo lo llegamos a ver por un solo episodio y en algo que apenas puede contar como una pelea, pero sus hazañas no superadas por ningún personaje de la serie lo consolidaron como el luchador más poderoso de toda la franquicia hasta tal punto. Para Dragon Ball, una serie en gran parte enfocada en la autosuperación y el hacerse más fuerte, está claro que a los fans de esta les importaría mucho el individuo que pueda llamarse el mandamás y demostrarlo. De pequeño, todo eso sumado a su agraciado diseño y trasfondo fue suficiente para que sea uno de mis personajes favoritos de toda la saga, y mi admiración hacia él no ha disminuido en lo absoluto.









Al igual que todo lo introducido en esta serie, he visto una significativa cantidad de detractores del personaje que tratan de menospreciarlo y/o minimizar su escala de poder. Los que querían negar la canonicidad de DBGT seguían insistiendo en que Super Vegetto de Z es el más fuerte de la franquicia, y últimamente veo a otros que tratan de argumentar que el Goku del final de GT es el más poderoso de esta serie, a pesar de que no tiene ninguna hazaña para probar que lo es. Lo más razonable que he oído en cuanto a argumentos es que su participación fue decepcionante porque no acabó con el villano y porque no tuvo realmente una pelea pareja para hacer lucir sus habilidades. Sólo miren cuanto a la gente les gusta Gogeta Blue de DBS Broly, el cual también era inmensamente más fuerte que su oponente, pero tuvo unos buenos minutos de pelea ininterrumpida con animación fluida y colores bonitos, y el espectáculo fue recompensado con una concreta victoria contra el saiyajin.

Para ser totalmente honesto, la fusión nunca me pareció una mecánica muy bien escrita, especialmente posterior a la saga en la que fue introducida. Lo de combinar dos luchadores es genial y todo, y tiene buenas limitaciones y riesgos por lo que es mucho mejor que lo de Gohan Místico. Pero al ser un incremento de poder tan enorme y con menos riesgo (especialmente después del retcon de los potara en Super), cada vez que recurren a ello terminan o bien dando una victoria fácil y que no se siente tan merecida, o que el guionista tenga que hacerlos perder a la fuerza aún si el guerrero fusionado es más fuerte, por lo que terminan escribiéndolo como un jobber.

Gogeta SSJ4 VS Omega – ¿siquiera se le puede llamar a esto una pelea? Esencialmente, sigue el molde de la pelea de Super Vegetto de Z, consistiendo en una fusión arrogante y juguetona humillando al villano de turno. Creo que lo que la fusión de GT tiene de ventaja es que no se alargó por tantos episodios. En un solo episodio, vemos a este imponente personaje hacer las mejores hazañas de velocidad, inmutarse a las técnicas más poderosas del mismísimo Omega Shenron, usar su magia para exterminar toda la energía maligna del mundo (buen callback a su poder que usó contra Janemba), e incluso mostró ese majestuoso ataque de Big Bang Kamehameha x100. Todo eso fue genial y logra demostrar el poder del personaje, salvo por lo de que Omega pueda sobrevivir uno de los ataques más poderosos de Gogeta. Supongo que Atsushi Maekawa tenía que plantear urgentemente esos factores para los próximos episodios en éste.

Como última nota sobre este episodio: Esa última escena en la que Goku agarra la esfera de cuatro estrellas para que no vuelva a ser absorbida por el dragón, eso fue lo último que vi de la serie la primera vez que la vi por allá en 2007. Otra de las famosas humillaciones que recibe esta serie es que los canales de televisión casi nunca pasan todos sus episodios, por lo general la reemplazan repentinamente. En aquel momento fue chocante, como te imaginarás, pero lo que evitó que me sienta frustrado por mucho tiempo fue que Cartoon Network haya pasado el Dragon Ball original como reemplazo, ya que también me encantó esa serie. Además, quedarme con esa duda por años sobre cómo acaba GT creo que fue lo que me hizo tener un gran interés por esta franquicia. Así que esa decisión del canal puede haber ayudado a formarme como fan de Dragon Ball… quizás.



Sólo llegué a terminar de ver esta serie como un par de veces antes de esta vez por lo que no tengo ni mucho apego nostálgico por lo que vino después del episodio 60 ni una opinión muy clara de esos sucesos. La dirección con la que sigue este arco, yendo de acorde a lo que vimos en la pelea de Gogeta, no se enfoca en dar un gran espectáculo sino en complicar la situación para los héroes. Los súper saiyajin siguen a merced de Omega como un par de ratones contra un gato. Hay cierta gracia en verlos fallar en intentar la fusión otra vez, buena ocasión para algunas interacciones divertidas entre los protagonistas y volver a ver esa técnica de imágenes ilusorias con su velocidad… pero entendiblemente no es lo que muchos quieren ver. Contrario al consenso de que Dragon Ball GT no pudo llegar a realizar bien sus ideas, Atsushi Maekawa dijo que no muchas de las ideas fueron descartadas o quedaron incompletas. Y aun así vemos que una potencialmente épica pelea fue interrumpida abruptamente y que en lugar de seguir con otra brillante pelea estemos viendo a los héroes fallar en su plan. Al parecer este es el suceso crucial que Maekawa decidió realizar en esta parte de la, supuestamente reducida, cuota de episodios de la serie. Eso y el otro complicado proceso de la esfera de cuatro estrellas… qué emocionante.

Por cierto, cuando Goku y Vegeta vuelven a hacer la danza de la fusión y falla, Trunks menciona que podría ser porque para la fusión es necesario que los poderes sean igualados y que Goku estaba exhausto en ese momento, pero recuerdo que cuando Goten y Trunks hacían la fusión y esta terminaba tenían que esperar una hora para volverla a hacer. Maekawa o bien intencionalmente lo dejó para que los fans veteranos teoricen, o bien se le olvidó. Si fuese un error de continuidad al menos no traería un cambio tan grave al lore de la saga, a diferencia de los retcons que suceden a menudo en la franquicia actualmente.

En el siguiente episodio vuelve el último héroe introducido en esta serie para ayudar en la pelea. ¿Qué tanto puede ayudar el dragón de Cuatro estrellas si ni siquiera los saiyajin más poderosos pueden hacerle frente a Omega Shenron? La respuesta es nada, incluso diría que el resultado fue en contra de los protagonistas. No tengo más que decir acerca de lo que pasa en este episodio, aparte de que ya conocía esa técnica de bola de fuego de Nuova por los juegos de Dragon Ball Xenoverse. Ya va como la décima vez que digo esto (y por suerte la última), pero siento que este guion menos trascendente fue hecho para darle algo que animar al estudio Last House, y que así los mejores estudios puedan encargarse de los eventos más importantes.



Tal como en este episodio, en el que el estudio Seigasha regresa para encargarse de la batalla conclusiva de esta saga. Los dos saiyajin ya perdieron sus transformaciones de super saiyajin 4, por lo que Omega usa lo bola de energía negativa para *destruir* a Goku y empezar el apocalipsis por toda la tierra y el universo. El director Hidehiko Kadota hace su mejor trabajo en toda la serie con las escenas catastróficas del mundo y en estas luchas desamparadas. Maekawa sí aprovecha el poco tiempo de este importante episodio para darnos algunos conmovedores momentos de personajes. Los guerreros Z en general actúan de forma debidamente heroica al querer enfrentar a Omega aun si Goku ya fue derrotado. El detalle más notable es la caracterización que le da a Vegeta, por una gran porción de GT se ha mostrado el apego que ahora tiene hacia la tierra, estando totalmente dispuesto a protegerla y a decirlo abiertamente, y en esta ocasión menciona que no quiere que vuelva a suceder una tragedia en la que un villano acabe con su mundo y su gente. Muy buena razón, aunque puede que el doblaje haya añadido esto y le esté dando más crédito a Maekawa del que merece.



Como es de esperar del estudio Seigasha, no hay un solo aspecto en la animación de este episodio que sea pobre. Desde la minuciosa iluminación, los llamativos movimientos y gestos de los personajes, hasta los brillantes efectos especiales (de lo mejor que ha hecho Masahiro Shimanuki), todo complementa a la perfección la importancia de estos eventos. Esas escenas de Vegeta, Trunks, Gohan y Goten contra el dragón fueron de lo que mejor recordaba de esta porción de la serie y hasta ahora me inquieta esa escena en la que Omega atraviesa a Vegeta con sus cuernos.

Finalmente, como notarán que dejé a Goku para el final, es hora de ver cómo el protagonista se lleva la gloria otra vez. Siguiendo con cómo lo muestra Toei hasta tal punto, Goku es todo un héroe, de hecho, diría que aquí trasciende y se vuelve prácticamente Jesús. En su forma básica logra resistir el ataque más poderoso de Omega por un momento con solo su voluntad, y después de aparentemente morir, regresa milagrosamente para hacer la genkidama y salvar el universo. No sé si haya una mejor manera de acabar la última gran batalla de la historia de Dragon Ball que con una genkidama, aquella técnica simbólica que une el poder de toda la gente por la que pelean nuestros héroes, y sin explicación Goku es indestructible mientras realiza el ataque – todo con el justo fin de darle un gran y ceremonioso cierre a esta saga.






Más importante, la tan debatida despedida de Goku llega en este episodio final. Maekawa hace un último sermón con lo que dice Shenlong al explicar porque sucedió todo esto y acabando con las esferas del dragón. Luego de desear revivir a la gente que murió en estos eventos, Goku se despide con todos y se marcha en el lomo de Shenlong. Las reacciones tristes de los personajes funcionan bien para ese momento, pero me gusta en particular que se hayan tomado el tiempo de mostrar a Goku volviendo a ver a sus viejos amigos -- junto con esas fantásticas, pintorescas escenas de Goku montando al dragón por los cielos. La escena de Yamcha en el desierto siempre me encantó y agradezco que le hayan mostrado el respeto de darle una despedida a este personaje tan infravalorado (y afortunadamente también me conmovió la primera vez que vi este episodio porque para ese entonces ya había visto Dragon Ball). La de Tenshinhan también la aprecio, aunque fue menos trabajada. Cosa contraria con la de Krilin y Roshi, con esas nostálgicas interacciones en Kame House y los recuerdos de los viejos tiempos. Otra simple pero efectiva despedida con Piccolo en el infierno y volvemos a los personajes principales. Pan se queda con la última despedida por ser el otro personaje con el que más pasamos en esta serie, y este es otro de esos eficaces momentos melancólicos de ella. Sólo encuentra la ropa gastada de Goku y le dicen que la atesore. (Oh, Vegeta…)

(Nota: Según Maekawa, una escena que tuvieron que cortar del episodio fue una en la que Goku se despedía de Número 17 que al parecer habría revivido y vuelto a la normalidad. Se dice que MUCHOS se quejaron de esa omisión, entendiblemente, porque sin una explicación parecería como que el pobre murió y se quedó en el infierno.)


Ahora el misterio: ¿Qué sucedió con Goku? ¿A dónde se fue con Shenlong? Estas cuestiones fueron dejadas intencionalmente a la interpretación de cada uno según Atsushi Maekawa por lo que no hay una respuesta definitiva sobre estas. Algunas cosas están claras según lo que vimos en estos episodios y lo que Maekawa en una entrevista. Cuando Goku recibió esa bola de energía negativa y quedó hundido en ese cráter definitivamente hubo un cambio en él, de ahí hizo esa increíble hazaña de recibir esos otros ataques fulminantes sin recibir daño mientras usa la genkidama, por lo que puede que en ese momento ya sea lo que es en este final. Sabemos que es algo diferente a lo de “estar muerto” con ese aro en la cabeza que vemos siempre en Dragon Ball, pero no sabemos exactamente lo que es ahora. Yo siempre lo tomé como que ha trascendido a ser algo más que una deidad, algo incluso por encima de los otros seres divinos como los Kaioshin. No como un inmortal sino como algo eterno, al que el tiempo, condiciones físicas y demás necesidades asociadas con los mortales ya no le afecten. Lo mismo para su paradero: está en alguna parte a la que nadie más puede llegar, y puede aparecerse en la tierra cuando quiera como lo vimos en sus otras apariciones en el especial de Goku Jr. y en el resto de este episodio.


Todo en este epílogo es tan dulce, se nota a leguas la intención de recompensar a la audiencia y darle una digna despedida a esta historia. Un siglo pasa y vemos que el mundo se encuentra en paz y que los personajes que conocemos pasaron a ser leyendas. Bueno, para ser específico Mr. Satán (por supuesto), y sorprendentemente Goku, quien vamos, la serie casi nunca decidió darle alguna fama en el mundo hasta este punto aparte de lo de ganar un torneo. Mi forma de ver la escena de Goku Junior no cambió mucho luego de ya haber visto su especial, porque desde pequeño lo veía como que él y Vegeta Jr. servían para mostrar que el legado de los personajes continuará con otra generación de guerreros formidables. Ah sí, el linaje saiyajin parece ser tan sólido como antes ya que estos niños pueden transformarse en super saiyajin a pesar de que solo sus remotos antepasados fueron saiyajin de sangre pura. Además, Pan parece aun estar muy bien físicamente a pesar de tener más de 100 años.


Ahora el montaje final con escenas de todas las series pasadas. La verdad es que algo como esto sería muy difícil de hacer mal, muchos fans han hecho sus propias versiones, pero igual merece mérito. Empiezan muy bien con las escenas icónicas del Dragon Ball original como la primera transformación a mono gigante y la introducción varios personajes principales (¿nada de los torneos? Ohh...). Pero cuando llegamos a las escenas de DBZ sí se pone un poco raro: ¿una escena repentina de los androides? ¿nada de la saga de los saiyajin? Al menos mostraron las icónicas victorias contra Piccolo Daimaku, Freezer en namekusei, Cell a manos de Goku y Gohan, Buu por la genkidama, e incluso la de Baby aunque esta fue más o menos reciente. Pero solo hubo pocas elecciones extrañas para este montaje, y de hecho captaron la importante sensibilidad de ésta al terminar con los momentos en los que Goku conoce a Goten y a Pan. Y para complementar este nostálgico montaje también está Katsuyoshi Nakatsuru para dibujar los últimos momentos animados de Goku. Me sorprende que Nakatsuru no haya participado tanto en la animación de esta serie a pesar de ser el encargado de los diseños de personajes para ésta, pero su participación tardía también significó que Goku tuvo una apariencia peculiar en este episodio. Digo, Goku se ve bastante maduro, casi hasta realista con ese cuello tan grueso y ese rostro tan bien definido.


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¿QUÉ ME PARECIÓ AHORA?

 
Sí, mi opinión acerca del final sí cambió con respecto a lo que pensaba de este cuando era más joven. Antes sentía que la serie había desperdiciado la oportunidad de terminar con una gran batalla entre Gogeta SSJ4 y Omega Shenron en la que la fusión más poderosa de la serie triunfe sobre el villano, cumpliendo lo que Vegetto de Z no pudo hacer. Pero pensándolo bien, de haber sido así y la serie terminando sólo con eso, no creo que haya sido tan memorable o que le haya dado una conclusión tan cerrada a la serie. Dragon Ball Z tuvo un buen final, pero personalmente, siempre sentí que la historia podría continuar por mucho más después de ese punto. Todos están vivos, Goku se fue a entrenar, hay uno que otro cabo suelto que podrían seguir explorando, y con lo acostumbrados que nos tiene la serie a ver a los personajes cada vez más poderosos… realmente se siente que Dragon Ball podría dar para mucho más.

El final que le dio Atsushi Maekawa por otro lado no deja mucho a dónde ir después de esto. El héroe de la historia ya no está ni muerto o que de alguna forma pueda volver con las esferas del dragón, ahora ha pasado a ser una figura mítica, como un auténtico dios. Hasta las propias esferas que le dan el nombre a la serie y arrancaron los sucesos de esta historia en primer lugar han participado como el enemigo final y desaparecieron junto con Goku, cerrando la historia con todo lo que la empezó. Estaba claro para Maekawa y los demás que ya no tendríamos una historia animada de Dragon Ball por un largo tiempo (quizás nunca), por lo que se aseguraron de hablarle a la audiencia en este final con la narración, el montaje final y la despedida de Goku, comunicando definitivamente que Dragon Ball llegó a su fín.

Todo lo demás sobre la serie varió desde predeciblemente pobre hasta impresionante, superando mis expectativas. Por un lado, aprecié más algunos aspectos como la animación, la dirección y varios de los diseños de personajes. Los momentos destacados como las batallas contra Baby, Super 17 y Omega Shenron; y cualquier otro episodio del que haya hablado en gran detalle, en su mayoría los disfruté tanto como antes. Y, por otro lado, siento que el ritmo es la peor parte de esta serie. Entiendo que Dragon Ball y Z se hayan podido tomar el tiempo para alargar algunos lapsos y mostrarnos momentos más amenos y que estos hayan funcionado (en cierto punto) para que los grandes eventos se sientan más satisfactorios. Sin embargo, siento que GT debería haber invertido más tiempo en la confrontación a los villanos principales ya que estas acaban sorprendentemente rápido. Esta serie tuvo solo 64 episodios, volviéndola teóricamente la más compacta de todas en su momento, pero de hecho creo que podría haber sido mejor si se hubiesen tomado más tiempo en desarrollar mejor las batallas principales.

Dragon Ball Z es por mucho mi serie favorita de toda la franquicia. Seguro que ya lo he mencionado antes, pero quiero dejarlo claro por si esta retrospectiva te hace creer otra cosa. Mis momentos e historias favoritas de toda la franquicia están en DBZ y, para mí, nada de lo que vino después se le compara. Pero nunca quise aceptar el final de Z como el cierre de la historia. Siempre sentí que ese final daba a entender que muchas aventuras estarían por venir, y como la primera vez que vi DBZ inmediatamente continué con GT, y que sí la disfruté en aquel entonces, nunca tuve problemas para aceptarla como la continuación canónica de la historia. (Vamos, no había forma de que sepa el concepto de una adaptación a un manga cuando era un niño que veía televisión por cable.)

No voy a pretender que es una opinión impopular gustar de Dragon Ball GT, o que es una obra maestra incomprendida, pero no está mal discutir algunos de los aspectos mejor logrados de esta y porqué personalmente me gustaron ahora o de niño. La continuidad del anime de Toei es con la que crecí y aprecio como adaptaron la historia de Akira Toriyama, e incluso adoro los propios conceptos e ideas que crearon para su adaptación. Es por esa familiaridad que tenían los que trabajaron en Dragon Ball GT con las series anteriores al haber trabajado recientemente en estas, y por la peculiar época en la que se hizo este anime, que sí hay una gran reverencia y entendimiento hacia la saga, además de ese toque grunge noventero que nunca se volverá a replicar en otra saga.

Una queja común acerca de esta serie es que casi todo el elenco es dejado de lado y que la historia se enfoca demasiado en Goku. El último hijo de Bardock es el que participa en casi todas las peleas principales, el que recibe primero la gran transformación original de la serie, y el que vence a todos los villanos principales; y al parecer a muchos fans no les gusta eso. Es bien raro, es como si los fans de Spider-Man se quejaran de que él siempre sea el que vence a sus villanos, aunque sea él el protagonista de la historia; o que a los fans de Ultraman les moleste que este sea el que siempre aparece al final del episodio a enfrentar al kaiju, o que los fans de Super Sentai o Power Rangers digan que es malo que la historia se centre en el rojo. Supongo que Goku no es suficiente para cargar la serie para algunos, pero no para mí, ya que por sorpresa Goku terminó siendo mi parte favorita de esta serie.

Otra herejía para los elitistas sería decir que me gusta cómo Toei solía escribir a Goku, y oponerme a ellos me da algo de orgullo. Siento que después de todo por lo que Goku ha pasado y todo lo que ha aprendido, es totalmente razonable que sea ahora tan heroico y comprenda la seriedad de tener que acabar con los villanos. Él ya entiende que no todos los vilanos pueden reformarse, ya que Freezer trató de matarlo luego de darle la oportunidad de que se vaya, y por eso no dudó en matar a Cell o a Kid Buu o a los malos de GT. Claro que le gusta luchar y tener peleas honorables, pero en esta serie no recuerdo que haya puesto en riesgo a los demás para tener una pelea egoístamente, y sabe que él es el que tiene que pelear para proteger a la tierra y a su gente ya que en la saga de Buu vio que Gohan no prefiere pelear, y que Goten y Trunks tampoco se toman las cosas enserio. Por eso el Goku de GT me parece el más genial y el más maduro, la culminación de todo lo que aprendió en su jornada y se volvió el héroe saiyajin definitivo. Totalmente merecido que haya obtenido la transformación saiyajin más poderosa y que termine yéndose como una leyenda.

Sentí una inmensa decepción cuando descubrí que a Akira Toriyama no le gustaba la actitud heroica que le dieron a Goku y que en realidad sí quería mostrarlo como un egoísta al que le importa más pelear que sus seres queridos. Y fue OTRA gran decepción ver que para el regreso de la franquicia todavía se aferre a esa descripción de Goku a pesar de que en su propia obra sí maduró, y sospecho que fue justo para ir en contra de lo que hacía Toei que quiso exagerar esas características indeseables del personaje y hacer una regresión a su desarrollo y hacerlo olvidar sus disciplinas de pelea. Goku absolutamente tuvo sus peores momentos en Dragon Ball Super, bien podría ser un sociópata por cómo lo caracterizan ahí.

Pero más decepcionante aún es que Toriyama recurra a solo repetir tramas y momentos pasados para asegurar el éxito basándose en la nostalgia. Es una forma tan sosa, floja y barata de continuar la historia de seguir la historia, y esto es solo mencionar el principio de la lista de problemas con Dragon Ball Super. Terminé criticando Super mucho más seguido de lo que quería inicialmente para estas entradas, y tampoco viene al caso entrar en detalle acerca de esa serie ya que esa entrada no es sobre eso, pero igual debo decir que hay tantas y tantas decisiones creativas, artísticas y narrativas que detesto de Super, al punto que sería difícil encontrar un aspecto de Dragon Ball que no haya sido arruinado, o al menos empeorado en menor medida.

Aparte de creo que la animación y diseños, parece que ya he señalado todo lo que molestó sobre Dragon Ball Super. Pero como ya mencioné al principio de esta retrospectiva, esa serie también no dio varias buenas adiciones e historias que no quisiera perder, por lo que no puedo rechazarla por completo. Super introdujo otros de mis antagonistas favoritos como Goku Black, Zamas y Jiren, y algunas grandes transformaciones como el Ultra instinto. Esos son de los personajes que más me gustan usar en los videojuegos, recrear sus momentos en los juegos es genial, así como también lo es directamente volver a ver las escenas de vez en cuando. Por el aparente apego que tengo por esos personajes y por la nostalgia que le tengo a la serie ahora, estoy seguro de que si hiciese una retrospectiva a DBS como la hice para esta serie también tendría muchas cosas buenas que decir de esta.

Es justo por ese final abierto que tuvo DBZ que aprecio las series posteriores que continuaron la historia y expandieron el lore de la saga. Por tantos defectos que tengan tanto GT como Super, no puedo llegar a odiar a ninguna de las dos y las considero a ambas importantes por darnos un vistazo de cómo podría continuar esta historia y potencialmente darle una conclusión satisfactoria. Es totalmente ineludible terminar comparándolas por lo mucho que difieren sus ideas y forma de llevarlas a cabo, así qué ¿Cuál es mejor? Pues una es realmente corta, no invierte tanto de su tiempo en sus mejores ideas, y sus coreografías para las peleas tampoco suelen ser de las deslumbrantes, pero al menos no cambia nada sobre los personajes o la historia original, y también se preserva la tensión y la violencia para las confrontaciones contra los malos. Mientras que la otra serie tiene más batallas espectaculares, es más larga y expande todavía más este mundo ficticio, pero eso también vino con varios retcons, regresiones para varios personajes, y otras lamentables decisiones causadas por el aumento en el enfoque comercial y la censura para el público infantil. Realmente depende de cuánto te importen estos defectos y qué se ajuste a tus preferencias, y será mejor que admitamos que ambas series tienen momentos de los que avergonzarse.

Faltaría ver qué clase de final tendrá DBS para dar un veredicto sobre esa serie, y al menos recuerdo estar más o menos contento por como terminó DBGT en su momento. Claro que su final me pareció suficiente para terminar toda la historia de Dragon Ball, ¿verdad? Jajaja…

LA LEYENDA DE DRAGON BALL AF







Bueno, para ser honesto esto no era lo único que mantuvo mi interés por la franquicia en esos tiempos. A finales de los 2000s e inicios de los 2010s Dragon Ball Z seguía siendo mi serie favorita, por lo que naturalmente en mis primeros años usando internet los pasaba buscando más cosas que ver relacionadas a esta franquicia. Gran parte de mi tiempo en internet lo pasaba viendo AMVs, edits y algunos gameplays, pero la idea de otra continuación oficial a la historia era algo que no podía ignorar. Recuerdo que para ese entonces mi hermano mayor ya me había contado sobre esta supuesta secuela por lo que estaba empeñado en averiguar sobre esta. Ahora, Dragon Ball AF fue un mito que persistió hasta la llegada de La Batalla de los Dioses, y no creo que algún fan serio de la franquicia realmente haya creído en este. La mayoría de los que creíamos en esto éramos fans jóvenes como yo, mientras que otros solo lo usaban para sus fanarts y fanfics. En el fondo era consciente de que era una mentira, pero igual quería creer en ello.

Hubo varias versiones de la historia que querían hacer para Dragon Ball AF. Algunas continuaban la historia de Goku Junior, lo cual me parece lo más razonable ya que eso es lo último que vimos, pero la mayoría tomaban lugar justo después de la batalla contra los dragones malignos y de que Goku se fuera con Shenlong. La creatividad de los fans prosperaba gracias a este fenómeno en el fandom y aparte de las creaciones de artistas menos talentosos, que siempre iban a estar, hubo algunos que se volvieron icónicos y aceptados por los seguidores de DBAF. La imagen de arriba es la clásica ilustración de Tablos que fue interpretada como Goku en la fase cinco del súper saiyajin y que desató el mito de esta supuesta continuación. Algunas ideas para historias eran más creativas que otras, desde reciclar arcos de GT como nuevas sagas sobre otro tsufuru sobreviviente, una nueva saga del infierno, o la aparición de otro pariente de Freezer. Pero las creaciones mejor recordadas creo que fueron este diseño para el SSJ5 y el personaje de Zaiko (o Xicor, como les guste), los cuales incluso llegaron a ser usados para unos mangas no oficiales de DBAF hechos en Japón, los más notables siendo los de Young Jiji y Toyble (actual alias: Toyotaro).

Lo que más recuerdo con cariño sobre AF y lo que más me fascinaba en ese entonces eran las nuevas fases del super saiyajin que inventaban los fans. Aparte del SSJ5 recuerdo que había videos que mostraban los “diseños” de las fases 6 hasta la 10, y también otros hasta el infinito, por qué no. Ahora, cuando era pequeño no tuve realmente una reacción negativa hacia GT o hacia su final y no tenía problema con aceptarlo como el final definitivo de la serie, y estoy seguro que muchos seguidores de AF tampoco lo tuvieron, por lo que habría que preguntarse por qué muchos estábamos pidiendo más de Dragon Ball en ese punto.

Ojo, no todos en el fandom éramos los que pedían que se haga Dragon Ball AF. Una porción ya estaba bastante satisfecha con todo lo que nos había la franquicia y otros fans rechazaban todo lo que fuese hecho después de DBZ y que no sea creación de Toriyama. Para los que seguíamos AF, la verdad es que nunca podía haber suficiente de Dragon Ball para nosotros. Esta serie de aventuras y peleas de gran escala ya tenía una fórmula que los fans amaban. Ninguna otra serie podía combinar tan bien un mundo divertido e imaginativo de fantasía, personajes queribles, peleas explosivas con magnitudes de poder cada vez más altas, momentos genuinamente emotivos, e historias simples y épicas con dosis de humor. Los fanáticos de Dragon Ball siempre estaríamos pidiendo más de esta franquicia por lo mucho que amamos ese mundo y el cómo funciona.

Y eventualmente lo obtuvimos, y nada menos que de parte del creador de la franquicia (y también porque Toei y Bandai querían) lo cual ya es otra historia. Por otro lado, si bien atesoro esos recuerdos que me dio mi etapa de Dragon Ball AF, tengo cero interés por todo lo que Tablos o cualquier otro creador actual esté haciendo con ello. El fenómeno de DBAF ya terminó hace muchísimos años, fue enterrado cuando la franquicia regresó de verdad, y ni creo que vaya a volver o que valga la pena tratar de revivirlo. Digo, ¿qué era lo más atrayente acerca de la franquicia y que los fans querrían ver más? No era más desarrollo de personajes, sino las escalas de poder y ver con qué nuevas extravagantes transformaciones se manifestarían esos nuevos niveles de poder. Lo más recordado de AF eran esos diseños exagerados de las nuevas fases saiyajin e imaginar qué tan poderosas serían. DBS cumplió con dar muchísimas transformaciones, con la primera llamándose Súper Saiyajin Dios, por lo que ese lado del fandom ha sido mayormente satisfecho. Claro que ni la creatividad de los fans ni las ganas de ver más Dragon Ball puede acabarse, por lo que, esencialmente, el equivalente moderno de DBAF serían esos videos de “Goku entrena por un billón de años y con el Ultra Mega Instinto se enfrenta al Daishinkan”.

Actualmente no estoy tan interesado por lo que la franquicia saque como lo tenía en los tiempos de DBAF. Luego de ponerme al día con la historia de DBS e incluso después de escribir esta retrospectiva no llego a sentir tanto entusiasmo por lo que vendrá en el futuro como otros en el fandom. En parte porque Dragon Ball ya no significa tanto para mí como solía ya que me volví más fan de otras cosas y que no soy tan fácil de impresionar como en mi preadolescencia, y porque no me ha gustado tanto la forma en la que la franquicia ha sido manejada en los últimos años. No es tan difícil entender por qué los últimos proyectos de Dragon Ball no han sido tan innovadores, no muevan la historia del status quo, y/o traten de aprovecharse de nuestra nostalgia: con lo inmensamente exitosa que ha sido, y seguirá siendo Dragon Ball en mercancías como juguetes y videojuegos, está claro que una gran prioridad está en maximizar estas ventas y tratar de no dividir a los fans o salir del sector demográfico del que se están enfocando. También está ese pensamiento más cínico de “Dragon Ball nunca tuvo alguna enseñanza. No hay nada en esta que analizar. Es solo una obra chistosa e inútil.” Del editor Kazuhiko Torishima y que sospecho que muchos involucrados en la franquicia, posiblemente incluyendo a Toriyama, han tenido al momento de trabajar en esta desde su regreso.

Es que, entiendo que Toriyama no fue como Tolkien en cuanto a lo dedicado que estaba con el mundo ficticio que había creado, y tampoco creo que todas las historias tengan que ser elaboradas así; y esa forma de describir a la obra no es objetivamente inválida… pero chicos, no podría haber una forma más aburrida y poco sentimental de interpretarla. No sería tan descabellado pensar que no todo estuvo tan bien pensado como me gustaría (lo mismo para otros que también quieren sobreanalizar esta obra sobre karatekas mágicos) y que las maravillas logradas con esta pudieron ser por accidente, pero desacreditar tan amargamente la franquicia hasta decir que no tiene ningún valor me parece ridículo, y definitivamente no debería ser una excusa para trabajar con cinismo en las nuevas entregas.

Escribo esto no tanto después del fallecimiento de Akira Toriyama (QEPD, Sensei), y reconozco su talento y esfuerzo que tuvo para crear Dragon Ball y hacer que sea tan disfrutable. Pero, sumando a mis tantas herejías, debo decir que con el paso de los años, cuando fui descubriendo y explorando otros aspectos de la franquicia he llegado a apreciar mucho más lo que otras personas han contribuido a la franquicia, y creo que sus aportes no han sido tan reconocidos como deberían. Los tres editores, Torishima, Yuu Kondo y Fuyuto Takeda, nos salvaron de prolongados arcos aburridos e intrascendentes, de diseños menos apropiados para los personajes, de desaprovechar algunos personajes e historias, y demás. Disfruto mucho de las adiciones que hizo Toei al adaptar el manga. Aprecio mucho lo que hicieron Aya Matsui y Atsushi Maekawa y los demás al continuar la historia con DBGT, a los nuevos personajes que introdujeron, las ideas y adiciones brillantes como el super saiyajin cuatro de Katsuyoshi Nakatsuru. Y actualmente, las trece películas de Dragon Ball Z de Takao Koyama, junto con los dos especiales de TV, se mantienen como el material más sólido y entretenido de toda la franquicia.

Ahora, hay mucho que me gusta de lo que nos dado Dragon Ball desde su regreso en la década pasada, así como mucho que me disgusta, y si bien tengo que aceptar que varias de las peores decisiones fueron por parte de Toei u otros, no podría decir que me gustó la mayor parte de lo que Toriyama ha hecho con la historia. Solo la primera de las cuatro películas escritas por él (La batalla de los dioses) me pareció una buena adición para la franquicia, mientras que cosas como Dragon Ball Minus y La resurrección de Freezer ni me parecieron disfrutables y sus cambios a la historia arruinan la obra original en retrospectiva. Las dos películas de Super, Broly y Super Hero, aparte de su pésimo manejo de los personajes no están tan mal y me han llegado a gustar un poco más últimamente, pero igual me parecen un gran desperdicio. Con todo esto dicho, y agregando que varias de las mejores partes de Dragon Ball Super (en especial la mayor parte del Torneo del poder) fueron obra de otros escritores, creo que está claro que no considero que todo lo hecho por Toriyama sea mejor (o que todo lo “canónico” lo sea) y que no deberíamos desacreditar lo que otros autores pueden hacer con Dragon Ball. La discusión sobre Dragon Ball no debería ser rechazada, ni por querer desacreditar a los fans por gustarles esta franquicia en particular, o por desvalorizar la obra en sí, ni por el elitismo de considerar solo ciertas partes de la franquicia como importantes por tener el nombre del autor en estas. Quisiera poder siempre discutir sobre Dragon Ball con otros fans, conocer sus perspectivas y llegar a algo constructivo, y también disfrutar lo que nos traiga la franquicia en el futuro. Puedo creer que en el futuro alguien más nos podría dar algo tan bueno o mejor de lo que ya hemos visto en la franquicia hasta el momento. Sólo… no apostaría por ello.

También está este bonito dibujo y mensaje de Toriyama sobre GT. Sólo no me pregunten por lo que dice.