martes, 28 de diciembre de 2021

Phantasy Star (Master System)

 

He estado esperando por este momento por tanto tiempo. Ha llegado el momento de hablar sobre mi saga JRPG favorita de todas: la saga Phantasy Star de Sega.

Phantasy Star ha sido una saga que me ha cautivado tanto a pesar de que solo me he enfocado en una porción muy específica y temprana de su historia como franquicia. Hoy en día (si eres algo friki) estarás familiarizado con los actuales MMORPG de la franquicia como Phantasy Star Online 2, o con el anime que salió hace unos años basado en este, pero estos enormes juegos multijugador competitivos me parecen ñoñerías y lo mismo pienso sobre una serie basada en algo como eso. Pero no se puede ignorar lo que llevó a la franquicia a ese punto, o mejor, sus inicios y su importancia en la industria de los videojuegos en general. Lanzado en 1987, algo tan trascendente, un proyecto tan ambicioso, muy por encima de otros RPG contemporáneos – seguro que este fue tratado con tal importancia en su momento por el público y por su misma empresa desarrolladora, ¿verdad? Pues aquí tienen un nostálgico comercial del juego.


No es la mejor publicidad, pero hay otros factores que hicieron que este juego haya pasado por alto por una gran parte de los jugadores del momento. Por una parte, este juego fue lanzado exclusivamente para la consola Master System de Sega, la cual si bien no era exactamente impopular, no tenía el mismo nivel de reconocimiento que su competidora NES/Famicom de Nintendo. La Famicom ya contaba para ese entonces con la primera entrega de la famosísima saga de juegos RPG de Dragon Quest, y solo un par de días antes de la salida de Phantasy Star también había salido el primer Final Fantasy, también exclusiva para la consola de Nintendo. También está lo obviamente costoso que era Phantasy Star al ser un juego tan grande (cuatro megabits, ¡cuánto poder…!). Pero dejando por un lado cómo le fue en su momento, he de decir que el primer RPG de Sega ofrece mucho más de lo que su competencia quisiera tener.


Al ser un juego de rol, el jugador se encuentra inmerso en el universo construido en el cartucho y su interesante historia. Phantasy Star no empieza con una premisa cursi y genérica como salvar a una princesa en un mundo medieval, sino que esta presenta una historia directamente oscura y personal. La historia se centra en Alis Landale del planeta Palma del lejano sistema solar Algol, cuyo hermano Nero fue asesinado por oponerse al rey Lassic, quien tras una fachada de ser un rey benevolente oculta intenciones malignas. Al descubrir esto, Alis embarca la misión de derrotar al tirano, salvar el sistema solar y vengar la muerte de su hermano. Desde este punto de partida, el jugador continúa desde la perspectiva de Alis, interactuando con todo el universo y personajes presentes en el juego.


Puede que sea un poco abrumador el explorar el juego por primera vez, especialmente si no estás acostumbrado al estilo de los RPG de la era de los 8-bits y por la dificultad (volveré a este punto en un rato), por lo que el juego probara tu determinación, paciencia e indagación. Cada pueblo está lleno de NPCs con valiosa información y secretos para continuar en la aventura, por lo que debes estar atento a todo esto. Hay veces en las que el juego no te dice exactamente qué hacer, por lo que el jugador tiene que experimentar para continuar. Por ejemplo, uno de los primeros objetivos es viajar al planeta Motavia para cambiar una olla de laconia por un miembro del equipo, pero para esto se tiene que abordar una de las naves espaciales, y para eso es necesario tener un documento para llegar ahí, el cual se consigue insistiéndole tres veces a un vendedor en la ciudad de Scion.


Sí, el juego es muy exigente, pero honestamente es muy difícil no estar inmerso en el juego gracias a la maravillosa presentación y lo memorable y orgánico que se siente el mundo y los personajes. Un poco después de pasar las primeras misiones del juego encontraremos al segundo integrante del equipo: Myau, un gato inteligente con buenas técnicas curativas y de apoyo al equipo. El siguiente integrante es Odin, un guerrero que también se opone a Lassic, y que en combate no usa magia pero puede equipar pistolas que hacen daño a todos los enemigos en un mismo turno, así como una que otra hacha. Y por último está Noah, el mago obligatorio del grupo, quien es un poco más difícil de hacer que se una pero tiene los mejores hechizos de todo el juego y que pueden ser cruciales en combate. Este es uno de los equipos RPG más balanceados y memorables que puedan existir, tanto como personajes como por funcionamiento dentro del juego. Es un equipo tan bueno que no necesitarás (ni desearás) a absolutamente nadie más en toda la aventura, y todos pueden ser conseguidos relativamente temprano por lo que podrás aprovecharlos por la mayor parte del juego.


Como ya dije, el juego hace un gran trabajo en plasmar el mundo a pesar de las limitaciones de la consola. La interfaz de exploración es desde una típica vista aérea, pero lo más sorprendente es que absolutamente todas las casillas del juego pueden ser vistas desde la perspectiva del personaje al abrir el menú o entrar en una batalla. El juego presenta una muy impresionante variedad de escenarios realmente detallados y coloridos – son toda una belleza para la vista. Estos incluyen ciudades, praderas, playas, campos de lava, y todas sus variaciones en los tres planetas. Las mazmorras por otra parte, tienen un diferente tipo de exploración: para estos, el juego hace uso de animaciones para simular el avanzar en una mazmorra 3D en primera persona, lo cual es de lo más impresionante que se puede ver en un juego de 8-bits de esa época – cortesía de la magistral programación de Yuji Naka. (Recuerdo haber leído por ahí que los desarrolladores al ver ese efecto de exploración pensaban que se trataba de uno de esos simuladores de vuelo.)


Aparte de lo visualmente impresionantes que son estos efectos y las animaciones, también está el sistema de combate y lo bien hecho que está. En este solo aparece un tipo de enemigo (pero pueden venir varios de este) y están las opciones de atacar con el arma equipada (se elige manualmente para cada personaje), usar magia (de ataque o de apoyo), usar un objeto o incluso tratar de hablar con el enemigo. Todo esto fluye bien y es suficientemente desafiante, pero honestamente creo que está menos optimizado en comparación al sistema de sus sucesores, los cuales hacen que combatir sea más rápido y eliminan algunas opciones innecesarias. Algo muy molesto por ejemplo, es abrir un cofre después de vencer a un enemigo común y solo recibir dinamita que te explota en la cara.



Personajes memorables, una apasionante historia, una hermosa presentación, una decente banda sonora (Tokuhiko Uwabo hizo un buen trabajo, pero sus melodías para este juego son las que menos me gustan de toda la tetralogía), es un juego muy completo… así que ahora enfoquémonos en lo negativo. Pues, como era de esperarse para un RPG de esta época, este juego no es muy accesible y puede ser abrumador para jugadores casuales, especialmente para los que están acostumbrados a los RPG modernos. Mi principal problema con esta primera entrega de la saga –el cual está presente en muchos de sus JRPG contemporáneos– es que es muy difícil tratar de averiguar qué hacer o dónde ir para avanzar en la aventura. ¿Recuerdan lo confuso que es el proceso para llegar a Motavia? Pues ese es el primero de muchos objetivos cruciales que se deben cumplir para llegar hasta Lassic. He dicho que es necesario fijarse en todo lo que los NPC tengan que decir, pero muchos de estos no dan información relevante (¡algunos directamente mienten…!) y a veces ni siquiera es suficiente con las pistas que los personajes nos proporcionan. El juego ofrece un mundo muy amplio por explorar y es necesario cumplir todos los requisitos para cumplir el objetivo, por lo que es fácil perderse o pasar por alto un elemento crucial para triunfar. Por ejemplo, para siquiera llegar al mundo nivel –el castillo volador de Lassic– es necesario tener el Aero Prisma, el cual se encuentra escondido en una cueva escondida tras montañas de hielo, y que para llegar al castillo también se necesita una nuez especial que se encuentra tras hacer todo un ritual en un árbol escondido de Dezoris. Y que incluso si has llegado hasta Lassic, necesitas haber encontrado un cristal en el castillo anterior, a menos de que quieras que el equipo sea aplastado como una mosca.


Es necesario explorar cada rincón del juego para ganar, pero no es como si atravesar todos estos lugares sea fácil en primer lugar. Para decirlo sin rodeos, la dificultad es simplemente ridícula en varios puntos del juego. Es humillante cuando empiezas el juego con solo Alis con una espada barata que no quita más de un punto a los enemigos y ser vencido por los primeros que te encuentras con estos, por lo que es OBLIGATORIO entrenar muy cuidadosamente para subir unos niveles y tener una oportunidad contra los escorpiones y murciélagos que aparecen al dar tus primeros pasos fuera de la ciudad. Los enemigos gradualmente aparecen en hordas mucho más numerosas y son más fuertes en general, lo cual sumado a que estas expediciones tienden a ser muy largas (con pocos lugares para curarse) y que en el inventario no se puedan almacenar tantos objetos curativos, hacen que uno tenga que prepararse mucho a menos de que piense terminar como el hermano de Alis. Las mazmorras 3D, aunque sean hermosas de ver, también resultan muy difíciles de navegar porque se repiten los fondos y es fácil perder el norte, por lo que es necesario hacer uso del compás (que se obtiene muy temprano en el juego) y trazar tu propio mapa (claro, a menos de que hagas como yo y busques mapas por internet). A veces ni siquiera es suficiente con explorar minuciosamente estas mazmorras, porque estas también tienen puertas secretas que no son visibles normalmente para el jugador (así de injusto llega a ser este juego).


Aun así, yo me imagino lo apasionante que debe haber sido descifrar todo el juego y dedicarle horas para pasarlo. El averiguar cada cosa por tu cuenta es algo que los RPG han perdido con los años, siento que muchos de estos guían al jugador para todo lo que tenga que hacer, así como poner un gran énfasis en el diálogo y tramas llenas de clichés de anime (ya saben, todas esas cosas sobrevaloradas). En este punto de la historia de los juegos RPG se espera que el jugador esté atento y dispuesto a explorar y descubrir cosas por sí mismo. Por ello, es un poco difícil recomendar este juego a los jugadores modernos. Diría que es el que menos recomiendo de toda la tetralogía. Dicho todo esto, Phantasy Star sigue siendo un grandioso juego en todo sentido, uno que si bien no hace exactamente nada que no se haya visto en los videojuegos para ese entonces, perfecciona la fórmula de los JRPG contemporáneos y ofrece un mundo encantador y una experiencia sumamente satisfactoria si logras tener la paciencia para completarlo. Claro que hay cosas que se podrían mejorar, y muchas de estas mejoras las veríamos en sus secuelas, pero esta primera entrega es ESENCIAL si quieres disfrutar y comprender por completo todo el lore y fundamentos de la saga.


Y no, no voy a dar un puntaje a este juego y a ninguno de las secuelas por venir, simplemente porque con lo que dije creo que es suficiente para enaltecer esta saga. Esto quizás sea un pequeño spoiler para las reseñas por venir de esta saga, pero cada entrega de esta tetralogía me parece excepcional a su manera por lo que todas estas reseñas serán bastante positivas. Por mientras, será mejor que empiece otra partida de cierta secuela lanzada para la Mega Drive

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