viernes, 27 de mayo de 2022

Dragon Ball GT: Episodios 1 – 5


♫Tu sonrisa tan resplandeciente, a mi corazón dejó encantado…♪

Menuda nostalgia al oír eso. Es un recuerdo de cuando yo y mis hermanos mayores vimos Dragon Ball Z y posteriormente también GT por televisión, por ahí en las noches del 2007. Amaba ambas series, aún si Z no la empecé a ver por el principio (sino desde el final de la saga de Cell), y que desafortunadamente no hayan pasado los últimos episodios de GT (como nunca lo hacen), por lo que un tiempo después mis hermanos compraron toda la serie en DVD –desde Dragon Ball hasta GT– y pude verla como se suponía. Al igual que para muchos otros chicos de mi época y procedencia, Dragon Ball fue mi introducción al anime y al infernal mundo otaku en general.

Lo que sigue es lo que puedes imaginar de mí, cual niño de primaria me puse a investigar sobre la serie por internet, ver AMVs, fanart, gameplays, y desear que haya nuevo material de la serie por venir. Yo era de los que creían en lo de Dragon Ball AF, pero eso no me llevaba a ninguna parte. No me gustó ese especial de reunión de 2008, y aunque sí disfruté de esa otra aventura de Bardock, no era suficiente. Por esos años mi enfoque era encontrar las películas por DVD y asegurarme de ver los episodios de Dragon Ball Z Kai cada vez que los estrenaran por televisión. La verdadera continuación de manos del “incuestionable” genio de Toriyama vendría unos años después en forma de película… pero para ese entonces mi apatía por la franquicia se encontraba en su punto máximo, y continuó estándolo por al menos seis años – simplemente ignoré Dragon Ball Super y todo el nuevo material de la franquicia.

Akira Toriyama sí estuvo involucrado en la creación de GT, como en diseño de personajes. De ahí esta ilustración.

Entenderán que mi experiencia con la franquicia ha hecho que tenga favoritismo hacia ciertas partes y períodos. Es imposible hablar de Dragon Ball GT sin mencionar la pésima reputación que ha tenido con el fandom, recuerdo que cada vez que alguien mencionaba dicha serie siempre vendrían al menos un par de usuarios a menospreciarla como si fuera la peor desgracia que le haya pasado a toda la saga. Estuve de acuerdo con varias de las razones para criticar la serie, pero por la conchesumare, el odio hacia GT me pareció terriblemente desmesurado, la gente parece buscar cualquier pequeña razón para decir algo malo de ésta, y otros solo querían “odiarla” para quedar bien con los demás. Cuando llegó la Batalla de los Dioses en 2013 todos ellos pudieron alegrarse y seguir con lo de que “solo Toriyama puede hacerlo bien”, y el hype continuó con la otra película y la nueva serie.

Mi pasión por la franquicia volvió en 2019 cuando decidí volver a ver las películas de DBZ, incluyendo los míticos especiales de TV de Bardock y Trunks que nunca había visto. En 2020, con todo mi entusiasmo recuperado, decidí finalmente ver Dragon Ball Super, mucho después de que haya terminado su emisión y su estado como la incuestionable y “magistral” continuación oficial de Akira Toriyama que los fans consideraban. Desde ese punto de vista neutral, las fallas de la serie se hicieron mucho más notorias y mi parte cínica no podía ignorar lo mucho que esta continuación se sentía como un cashgrab sin alma. No diría que detesto Super, hay muchas pequeñas cosas buenas e ideas que me gustaron, pero siento que la ejecución para muchas de estas dejaron mucho que desear, y algunas otras ideas me parecieron completamente repudiables. Había tortuosos momentos viendo la serie que me hacían pensar “rayos, desearía estar viendo otra serie de Dragon Ball… incluso GT” y eso me lleva a lo que estoy escribiendo en este momento.

Estamos en 2022 y las opiniones parecen haber cambiado un poco. Ahora los elitistas que dicen “solo lo canon/hecho por Toriyama es bueno” también son ridiculizados por otra porción del fandom. Muchos otros fans que quedaron desilusionados por cómo resultó Super también están criticándola más, y aunque definitivamente no se ha vuelto una opinión popular, muchos afirman que GT de hecho sí hizo muchas cosas bien y que quizás fue mejor que Super. Todas estas discusiones me han hecho querer volver a ver GT y dar mi sincera opinión.

La última vez que vi GT fue a finales de 2014. Un compañero de clase que también era fan de Dragon Ball me pidió que le preste mi DVD de GT porque él nunca la había visto, por lo que decidí verla una última vez antes de entregarle mi disco para que la vea durante las vacaciones… solo para que él se mueva a otro colegio el próximo año escolar y yo prácticamente le haya regalado mi disco. En esta serie de entradas voy a pasar por todos los episodios de la serie y comentar sobre estos, voy a tratar de señalar todo lo que salió bien, lo que salió mal, y dar mis opiniones generales sobre la serie y la franquicia en general. Estuve planificando esto desde prácticamente la concepción del blog y estoy ansioso por volver a ver una serie que ya he visto y ver cuánto puede cambiar mi opinión de ésta al verla con mi perspectiva actual. (Por ejemplo, recientemente terminé de ver Kamen Rider Faiz por segunda vez y la disfruté mucho más que en mi primera mirada, hasta se volvió una de mis series favoritas.)

Episodios 1 y 2



Lo primero que vemos en GT ya es algo que inmediatamente deja en ridículo a Super – me refiero a cuanto han cambiado físicamente los personajes en comparación a cómo los vimos en Z. Siempre me pareció ridículo y cobarde que la supuesta “secuela” oficial de DBZ ni siquiera tome lugar después del verdadero final de la serie, y que los personajes no hayan envejecido nada a pesar de que sí haya pasado unos años después de la derrota de Buu. Que Goten y Trunks se vean de seis años a la edad de 13 me parece peor que inquietante (y ni hablar de Marron, la perpetua preescolar). Aún más ridículo es cuando en un mismo episodio de Super nos muestran el flashback de la muerte del Gohan del Futuro con Trunks de 14 años, y ese sí se ve como alguien de su edad. Pero Dragon Ball Super está tan enfocado en vender nostalgia que de ninguna forma iba a cambiar la apariencia de los personajes por más ilógico que sea – tienen que vender juguetes de los personajes tal como los habíamos visto en Z. Por esa parte GT me parece más refrescante, siempre me encantó ver crecer a los personajes de la serie y creo que crea una conexión mayor con la audiencia – vemos su evolución como personajes tanto de forma física como emocional. Los nuevos diseños que le dieron a cada personaje por otra parte, varía un tanto entre qué tan bien quedaron, pero ese es un aspecto que si no te gustó deberías culpar a Toriyama, porque él estuvo a cargo de esos.

Tampoco entendí por qué volvieron niños a Pilaf y su banda en Super, eso fue tan estúpido e innecesario y después ellos no hacían más que molestar y arruinar todo la tensión dramática en el arco de Goku Black, siendo ellos no más que un recordatorio de que la serie está dirigida a niños. Dragon Ball GT por suerte solo usa a esos bufones para pedir el deseo que arrancaría la serie, y de ahí respetuosamente los deja tranquilos. Pero la consecuencia de esto es una de las cosas que más me tienen desconcertado. No recuerdo muy bien pero creo que ni en 2007 me gustó la idea de volver a Goku un niño, aunque tampoco es como si arruinara toda la serie para mí. Dragon Ball siempre fue una serie extraña y surrealista, lo cual además de que la haya visto de niño quizás ayudó a que sea más tolerante con ese concepto.

Hablando de verla cuando era niño: por ese entonces no sabía nada de lo que seguía en la historia y la premisa de la serie me parecía emocionante. La idea de una aventura por el espacio sonaba como algo realmente refrescante luego de las interminables peleas y momentos slice of life de DBZ, o al menos así sonaba para el ignorante e ingenuo yo niño que no había visto Dragon Ball. Lo que añadió a esa buena impresión fue lo buena presentación de ésta fueron sus innegablemente buenos temas de inicio y de cierre. En serio, no tengo nada que decir de Dan dan kokoro hikarateku que no se haya dicho antes, salvo quizá que prefiero la versión en latino que en japonés. Es una grandiosa canción con un exquisito sonido noventero, y para los que saben ingles les recomiendo este video que examina minuciosamente lo hermoso que es visualmente.


Eso sí, la animación es otro punto irregular, lo cual de hecho es de cierta manera consistente con la calidad de sus predecesoras. El primer episodio, a cargo del estudio Seigasha, presenta espectaculares efectos de explosiones y escombros en la pelea inicial de Goku contra Uub, así como la majestuosa aparición del dragón súper-dúper-gigantesco, y una consistente expresividad en los rostros de los personajes – esto último se agradece especialmente a Naoki Miyahara y Kazuya Hisada. Por otra parte, el segundo episodio estuvo supervisado por el menos talentoso Masayuki Uchiyama del estudio Last House, por lo que éste tiene expresiones menos pulidas, movimientos menos dinámicos y en general un estilo de dibujo más soso y caricaturesco. Claro que se agradece que hayan puesto al mejor estudio a cargo del episodio más exigente en cuanto a animación, pero es lamentable que Uchiyama vaya a estar a cargo de muchos otros episodios por venir de la serie. (Dragon Ball Z también sufrió de alrededor de un cuarto de su total de episodios siendo masacrados supervisados por él, rayos.)

En el segundo episodio vemos a otros personajes conocidos con sus nuevos aspectos, como el Vegeta bigotón que a nadie le gusta. Goten y Trunks fueron los que más esperaba ver, y recuerdo bien que amé verlos como jóvenes y viviendo su propia vida. Como el hermano menor de la familia no podía evitar pensar en Goten como alguien como yo y le tenía algo de cariño, quería ver más de él y que logre algo significativo. Por eso no tuve un problema con algunas incoherencias argumentales en Z como que esos dos consigan el super saiyajin sin algún empuje emocional, pero actualmente entiendo por qué a otros les molesta. Sí creo que eso ha devaluado el super saiyajin original y momentos como la pelea de Goku contra Freezer. Super ha sido mucho peor en eso, nunca voy a entender cómo hay gente que defiende la idiotez de esa "explicación científica" o que las Mary Sue del universo 6 lo consigan por un hormigueo en la espalda. Al menos agradezcan que en GT nadie más lo ha conseguido de la nada, haters.


Volviendo a GT, otra de las primeras decepciones que me llevé de pequeño fue que a Goten le haya sido negado ser un protagonista y unirse al viaje. Supongo que de hecho era de esperarse que no iba a ir porque solo Goku, Trunks y Pan son enfocados en el opening, pero igual estaba un poco triste por eso. (Y déjenme decirles, Super no trató mejor a Goten en lo absoluto. Goten es completamente irrelevante en Super.) Esto fue indudablemente para darle el protagonismo a Pan… de quien también me gustaría comentar ahora mismo. Ya he dado varias opiniones impopulares en lo que va de ésta revisión, así que creo que ustedes deben haber previsto que a mí de hecho me gusta Pan y nunca entendí cuál es el problema que la gente tiene con ella. Nunca sentí que ella tenga cualidades realmente repelentes como mezquina, insincera o falsa, y gran parte de su actitud quejumbrosa puede ser justificada porque es una niña (como que le moleste que la traten como tal) o porque directamente están siendo malos con ella – ella es alguien con personalidad y en gran parte incomprendida, como muchos a esa edad. Aunque claro, recién acabo de volver a empezar esta serie y la última vez que la vi fue hace más de siete años, así que está por verse si mantengo esa opinión sobre ella.

Y gracias al guion y la decisión de los productores, Goku y Trunks embarcan su viaje por las estrellas con esa intrusa para la (supuesta) gran aventura de la serie.

Episodios 3 – 5


Honestamente, no recuerdo mucho de esta saga, a pesar de que sí la vi unas cuantas veces. Cada vez que volvía a ver la serie recordaba que esta primera parte era esperar a que empiece la siguiente saga, aunque no diría que me parecía irritante o aburrida o algo por el estilo, solamente no la encontraba tan emocionante. Por varias razones, que voy a ir recordando en esta revisión. El primer paradero es el deslucido planeta Imegga (siento que esa descripción encajará para los próximos destinos). Me gusta algo la idea, con nuestros héroes topándose con una sociedad nefasta controlada por un tacaño tirano que los obliga a sacar dinero a los demás por la fuerza, y que Goku y los demás se ofrezcan a liberarlos. Aparte de que no nos presentan inicialmente a estas personas como realmente miserables sino como avaros caricaturescos y que por eso sea difícil que nos importen, todo esto se siente como una nimiedad comparado con los grandes eventos que vimos anteriormente, como salvar el universo de ser destruido por Kid Buu. El momento en el que esa familia es despojada de su hogar por los robots de Don Kia realmente me gustó, si la serie hubiese mantenido ese tono triste y nos hiciese enfocarnos en alguno de los pobres habitantes de esta sociedad (como, no sé, ESA familia), creo que esta idea hubiese funcionado mejor.


En estos episodios Giru también aparece literalmente de la nada para volverse el nuevo radar del dragón y mascota del equipo. No recuerdo muy bien cómo solía sentirme sobre éste, creo que me parecía algo lindo, pero no mucho más aparte de eso. Quizás no ayuda que es introducido como otra de las tantas molestias en este planeta, y que las formas de resolverlas no hayan sido interesantes. La serie trata de hacer un pequeño punto de que no todo tiene que resolverse con violencia, pero ir a recuperar la nave de la fortaleza enemiga a escondidas tampoco es emocionante – y terminan usando la violencia de todos modos, por lo que esto no era más que una tonta excusa para alargar más este ya de por sí tedioso arco.

Lo único que recuerdo bien de estos episodios es que el villano de turno me inquietó un poco. No estoy hablando del tipo de cabello rosado, ese es un chiste mal contado, sino de Lezick (¿así se escribe?). Esa escena en la que repele el kamehameha de Goku y lo reconoce como un saiyajin consiguió ponerme los pelos de punta. Ese tono de voz, esa ambientación oscura, el contraste con el tono cómico de este arco, y especialmente las implicaciones que tienen su poder y conocimiento causaron una gran impresión en mí de pequeño.


En este punto las escalas de poder ponen a los personajes como muy por encima de destructores estelares. Mucho se habló del terrorífico poder de Majin Buu siendo capaz de destruir una galaxia, y está bastante claro que Goku luego de entrenar por muchos años ha superado enormemente ese poder al punto de que puede pelear igualado con Uub –la reencarnación de Kid Buu– en su forma básica. Así que un oponente que pueda hacerle frente a Goku debería tener una buena explicación para tener ese poder. La pelea en sí es efímera y no muy impresionante, pero el hecho de que Goku haya tenido que transformarse para vencerlo significa que Lezick es alguien a quien temer.

Muchas preguntas quedan sin responder sobre este personaje. Creía que tenía algún rencor contra los saiyajin, pero éste parece amistoso con Goku luego de ser vencido por él. ¿Cómo habrá conseguido tanto poder? ¿Se habrá enfrentado a otros saiyajin? ¿Sabrá de Freezer y su imperio? No estoy señalando estas incógnitas como un punto negativo, es sólo que me parece interesante pensar y teorizar sobre todo eso.


El yo pequeño no se sintió desalentado por estos episodios, de hecho aún tenía grandes esperanzas por lo que la serie tenía para ofrecer. Algo que me hace sentirme aún más decepcionado por este arco es lo soso que es su verdadero contenido en comparación a lo que se muestra en el opening y el ending. Este último por cierto, tiene algunas de las imágenes más hermosas y pintorescas que se han visto en toda la franquicia, las cuales son perfectamente complementadas por la cálida melodía que es Hitori janai. Pocas cosas me ponen más nostálgico que ese ending, especialmente en la versión latina, la cual también prefiero que su contraparte japonesa. Si esta saga hubiese sido tan hermosa como la pintaban el opening y el ending, GT hubiese sido algo más…

Sea como sea, trataré de mantener una mente abierta y señalar todas las fallas y aciertos que encuentre en esta nueva mirada a la serie, porque estoy harto de que la gente se niegue a examinarla más a fondo por culpa del vago consenso de “buenas ideas, mala ejecución”.

jueves, 12 de mayo de 2022

Miho Nakayama: Collection II


El blog está tomando la forma que he visualizado en mi mente desde hace años, y es tan satisfactorio pasarme por aquí a verlo y revisar la moderada atención que recibe. Siempre me sentí rodeado de mal gusto en cualquier sitio web al que vaya, por lo que es simplemente hermoso tener un lugar en el que pueda educar a los plebeyos y contar mis experiencias. En esta ocasión hablaremos del segundo álbum recopilatorio de Miho Nakayama, como parte de esas lecciones de buen gusto.


You’re My Only Shinin’ Star (1988)


“Eres mi única estrella brillante” y la primera en esta lista que me tiene algo indeciso sobre qué tanto me gusta. Tengo un gusto especial por estas baladas lentas y melancólicas, y creo que ese estilo va perfectamente para Miho, su voz es tan fuerte y su entonación no se aleja mucho de la perfección, permitiendo que la canción tenga toda la emoción que buscaba. Ahora, la parte instrumental es igual o más ambiciosa, pero creo que la canción se hubiese beneficiado de una composición más simple para añadir más al tono melancólico – la canción es demasiado ruidosa para su estilo. Dicho esto, es muy buena canción, pero no diría que es de mis favoritas.

Ningyo hime mermaid (1988)


Ahora vamos con algo más acorde a los trabajos anteriores de Miho, particularmente similar a las últimas de 1987 como Catch Me, aunque ésta de hecho significó un cambio importante en su discografía (y que haría que este álbum recopilatorio se diferencie lo suficiente de su predecesor). Esta es la primera que contaría con la composición de CINDY y la letra de Chinfa Kan. Este estilo es… más moderno, por así decirlo, con sintetizadores y otros nuevos instrumentos. Igualmente me encanta el ritmo, CINDY sí que sabe hacer algo sutil y pegadizo, y tanto el canto como la instrumentación es perfecta. ¿Qué más puedo decir? Es una grandiosa canción. Si sirena no es una excelente canción pop de finales de los 80s, no sé qué lo sería.

Witches (1988)


Por si no lo recuerdan, en mi comentario sobre el álbum anterior mencioné que JINGI Aishite moraimasu es mi canción favorita de todas. Y pues, llegó el turno de mi segunda canción favorita: Brujas. Esta continúa con el estilo de mermaid, siendo también manejada por CINDY y Chinfa Kan, solo que esta exagera muchos de los componentes que la hicieron tan buena… y el resultado es increíble. No me voy a cansar de decir que el canto de Miporin es excepcional, y esta canción consiste en ella cantando y repitiendo las mismas notas fuertes. Sé que la composición es algo repetitiva, y tampoco me gusta tanto la letra (Boy, I wanna be your number one), pero desde que la oí por primera vez ha sido de mis favoritas, y la he escuchado más veces de las que me gustaría admitir.

ROSÉCOLOR (1989)


La trilogía de colaboraciones con Cindy y Chinfa Kan termina en un apropiado cambio de ritmo. Aprecio este ritmo más tranquilo y melodioso, creo que contrasta bien con las dos anteriores. Aun así, esta tampoco es una de mis favoritas del álbum, no creo que ésta tenga tanta emoción (no es particularmente romántica o melancólica), y termina siendo algo genérica.

Virgin Eyes (1989)


Continuando con lo de otros artistas de renombre ayudando a Miporin, le toca a Anri poner su estilo en algo de ella. Admito que no se mucho de Anri, realmente aprecio su intención de hacer una melodía pegadiza y estilosa que va acorde con los otros éxitos de Miho, pero no siento que esta canción me haya encantado. No sabría señalar con exactitud que es exactamente lo que no me gusta de ésta – definitivamente no es la parte de Miho, ella lo hizo tan bien como siempre. Quizás es lo mucho que la composición alarga algunas partes, lo que hace que el ritmo no sea tan atrapante.

Midnight Taxi (1990)


Estamos alternando entre canciones rítmicas y lentas en este álbum, y las movidas han estado ganando, pero Midnight Taxi es la que rompe este patrón… más o menos. Creo que tengo un gusto especial por esta canción, es tan diferente en varios sentidos… como en la interesante elección de instrumentos como la armónica del inicio. La vibra en sí también es interesante, es melodiosa y nostálgica, de una forma que la hace placentera y agradable. Aunque también opino que al igual que la anterior ésta se alarga más de lo que debería.

Semi-sweet no mahou (1990)


Es “Magia semidulce” o algo así. Lo que sí sé es que Cindy regresó para dar una canción muy divertida. A decir verdad, hay cosas que realmente no me gustan de esta, como lo mucho que la parte instrumental y las otras voces opacan el canto de Miho, y que de hecho su tono es mucho más bajo en comparación a las anteriores, sin mencionar que la composición es algo empalagosa. No sé cómo, pero CINDY consiguió que la canción se sostenga a pesar de todo eso.

Megamitachi no bouken (1990)


Lo primero que me atrapó la primera vez que la escuché fue la parte instrumental, exactamente porque me recordó a la Sega Genesis, y como esa consola ha tenido algunos de mis temas musicales favoritos de todos los videojuegos, entenderán que aprecio mucho esta canción. La parte de Miho no está nada mal y tiene algunas líneas realmente divertidas en la letra (sugar sugar lady…), pero creo que pudieron haber trabajado más en la composición, no creo que haya mucha diferencia entre los versos y se vuelve algo repetitiva luego de escucharla por un tiempo.

Aishiterutte iwanai! (1990)


Esta me gusta tanto como la anterior, pero entiendo por qué no es tan popular. No es que haya algo exactamente malo con ésta, es sólo que muchas de sus otras canciones hacen algo similar y esta no destaca tanto entre el montón. Aun así, aprecio el tono tan alegre y la composición armoniosa en general, pero tampoco hace el mejor uso del canto de Miho, esta es una canción que ella fácilmente pudo haber tenido en sus inicios. Aunque escribir eso me ha hecho recordar lo diferente que es el sonido de 1990 en comparación al de los años anteriores – digo, compara esto con algo como Close Up.

I can’t follow you (Bonus, 1990)


Esta fue usada para una película o algo así, no estoy seguro de si fue lanzada como su propio disco. Me encanta lo ominoso que es la parte instrumental, lo cual junto al melancólico canto de Miho en esta ocasión sí que crea algo apropiadamente diferente para terminar con gracia este álbum.