lunes, 21 de noviembre de 2022

La saga Bangkok (Pang Brothers)

Continuando el éxito de Bangkok Dangerous de 1999, los hermanos Pang decidieron seguir experimentando su estilo cinematográfico con otras dos películas atrevidas y estilosas ambientadas en las calles más duras de Tailandia: Som and Bank: Bangkok for Sale (2001) y 1+1=0 (2002). Para cada una de estas cintas los hermanos directores trabajarían por separado, con Oxide dirigiendo la primera y Danny la segunda, lo cual además de salvar esta saga de la monotonía nos ayuda a examinar el estilo de cada uno y ver quién de los gemelos heredó los mejores genes de sus padres... aunque sabemos que nunca es el hermano menor.

Mencioné en más de una ocasión que estaría hablando de películas poco conocidas en el blog, pero hasta el momento ninguna ha alcanzado el nivel de olvido que han tenido estas dos. Som y Bank supuestamente recibió el título “La última entrega” en España, pero aparte de eso sólo sé que ambas películas fueron lanzadas escasamente en DVD en otros países. De hecho, fue toda una odisea el siquiera encontrar ambas películas con subtítulos en inglés. Por eso, quiero hacer esta entrada como una promoción para estos infravalorados filmes. Hay una buena cantidad de fans del cine asiático por internet que se han encargado de traernos a nuestro idioma algunas otras joyas desconocidas en esta parte del mundo, incluyendo a Bangkok Dangerous, así que agradecería mucho si algún grupo de fansub se dispusiera a subtitularlas al español. Pueden incluso contactarme si quieren que les ayude en cómo encontrarlas o incluso con la traducción – los fans de los hermanos Pang (responsables de Bangkok Dangerous y la saga de terror El Ojo) merecen probar sus otras obras.

Som and Bank: Bangkok for Sale (2001)

Si bien Bangkok Dangerous tenía a un protagonista incapaz de comunicarse como razónpara mostrar este estilo de película dramática enfocada principalmente en el arte visual, la música y la atmósfera para trasmitir su historia, ese estilo se ve mantenido y hasta amplificado en esta no-tan-secuela, aun si sus personajes no sufren ninguna discapacidad. La historia vuelve a enfocarse en la vida de unas personas metidas en el mundo criminal de Bangkok, solo que un tanto menos maleadas. Som –una joven prostituta– y Bank –un ladronzuelo y ocasional traficante de drogas– que viven en el mismo edificio de departamentos, se conocen y empiezan a sentir atracción mutuamente. Ambos empiezan a salir juntos, inconscientes de lo que el otro está metido. 



Eso prácticamente describe la trama principal hasta la mitad, lo cual no quiere decir que la película sea lenta, sino más bien lo contrario. Oxide Pang parece no haber tenido suficiente con mostrar la crudeza del mundo criminal en Bangkok, ya que en esta cinta ha metido escenas adyacentes a la trama principal cuyo único propósito es añadir más trasfondos deprimentes a la historia. Estoy hablando de secuencias completas dedicadas a actos vergonzosos como drogarse o masturbarse, secuencias dentro de la mente de los personajes como delirios, preocupaciones y traumas de la infancia. Claro que la clave de evitar que todo eso vuelva a la película repulsiva es el estilo en el que el director muestra las escenas. Oxide Pang consigue que estas escenas sean atractivas mediante su característico y agraciado estilo cinematográfico basado en videoclips contemporáneos – consistiendo en varios clips sincronizados al ritmo de la música de fondo, con filtros y efectos visuales deslumbrantes. El estilo de edición en particular de esta película definitivamente se lo debe a MTV, pero no me vas a negar que tanto esos videos como esta cinta logran que estas personas y situaciones indeseables se vean atractivas. 



Pero Oxide Pang sabe mucho más que solo hacer secuencias deslumbrantes sin charlas. Aparte del impecable trabajo en el realismo de las escenas, él sabe cómo darle a las escenas una atmósfera sumamente tensa y dramática cuando hace falta. Una escena triste en particular es en la que la amiga de Som tiene su primera noche como prostituta, la cual muestra exactamente lo horrible que es meterse en eso. En cuanto a los protagonistas, los actores hacen lo mejor que pueden con sus roles. Pawalit Mongkolpisit de la película anterior regresa con un personaje más cómico y lo hace bastante bien, y tanto él como Wanatchada Siwapornchai tienen buena química con el otro. La historia de amor se desarrolla de la misma forma que en Bangkok Dangerous, sin mucho más que interacciones naturales y citas corrientes en Bangkok – todo de forma adecuadamente sencilla y efectiva, porque no creo que muchos estén viendo esta cosa por el romance. El ámbito dramático refleja el pesimismo incorporado en esta y la película anterior, por lo que no esperes que nada bueno les pase a estos personajes, y tampoco esperes que suceda algo muy complejo para el final. 



Quizás el mayor detrimento de One Take Only es el hecho de que no consigue ser nada destacable en casi todo lo que se propone. No consigue ser una gran película dramática, ni un incesante espectáculo de acción, ni un romance muy conmovedor. Pero sí es muy entretenida, goza de tener dos buenos personajes interpretados por un par de simpáticos actores, muestra una visión nihilista de este estilo de vida en esta interesante destinación, y el estilo de lenguaje narrativo empleado principalmente por la forma de dirigir y editar de Oxide Pang es uno que es raramente visto y me gustaría verlo en otras películas. 

Valoración: 6/10

1+1=0 (2002)



Ahora sigue 1+1=0, y no estoy hablando de la deliberadamente desagradable canción de Suran, sino de una producción posiblemente más detestable. Me atraen mucho las películas de inicios de los 2000s, especialmente los dramas, y tuve mucho entusiasmo por ver lo que Danny Pang puede ofrecer para esta saga por su cuenta… pero el resultado de lo que es la película ya te lo dice el título. 

Danny Pang implementa menos sentimentalismo y más humor negro, dándole a la película un tono más vulgar y desagradable en general. Los personajes en esta ocasión se conocen en un tejado en el que se iban a suicidar por distintas razones, estos son Somchai –quien perdió todo en las apuestas– y Gogo, una misteriosa y descarada tipa con peluca. Durante la primera mitad nos cuentan muy poco de ellos, con la mayoría de los sucesos sólo mostrándonos lo retorcidos que son ambos como personas y dándonos una idea de qué los llevó a tal punto. Para Somchai es lo insensato que es al manejar algunas decisiones y pensar que las apuestas le ayudarán; y para Gogo es simplemente su conducta: lo insolente que es con los demás y sus hábitos como robar, fumar, o su forma de pagar a los hombres usando sus… atributos. 



Los protagonistas son indiscutiblemente menos queribles que sus predecesores, pero al menos la mamacita actriz Arisara Wongchalee le da un carisma y presencia más que suficiente a su personaje, lo cual lamentablemente no se puede decir lo mismo de Pierre Png como Somchai, el tipo parece que quisiera estar en cualquier otro lado que en esta película. De hecho, casi todos los otros actores parecen carecer entusiasmo por la cinta, como si les incomodara todo lo que está pasando. Y cómo culparlos, si Nothing to Lose está enfocada principalmente en la crudeza de esa ciudad – lo cual no estaría mal si lo mostrara de una forma más inspirada y estilosa, como lo hizo Oxide en la película anterior. Danny sí consigue darnos algunas escenas atrapantes, pero él simplemente no está a la altura de su hermano y la película no tiene el mismo refinamiento que Bangkok for Sale. En ningún momento de la película se te olvidará que estás viendo una producción de bajo presupuesto ubicado en partes pobres de la ciudad, lo cual sumado a toda la vulgaridad y pesimismo de la película hacen que esta resulte hasta incomoda.

Nuevamente, el guion tampoco ayuda mucho a la película, especialmente en la segunda mitad, en la que arranca el conflicto y nos revelan el trasfondo de los personajes. La película falla en darles historias creíbles o que nos hagan sentir algo por ellos. Para Somchai, spoiler: su hermana le estaba ayudando con sus deudas, de las cuales Somchai sigue metiéndose y poniéndose en peores situaciones, y al final se supone que todo está bien entre ellos porque ella nunca se burló de él. En cuanto a Gogo: eh, su exnovia (sí, lesbiana) fue la que le enseño a ser así de despiadada con los hombres, y luego la mató por infidelidad y se arrepiente o algo así. Al menos se tienen el uno al otro, por alguna graciosa razón.

Y a pesar de todo eso, no diría que en algún momento me aburrí viendo la película. La película no desperdicia ningún segundo en algo que no sea relevante para la trama o para aprender de los personajes, y Danny Pang sigue siendo tan apto como para crear algunas escenas muy creativas e interesantes. Así que si vas a ver la película es principalmente por Arisara Wongchalee y porque quieres ver más dramas ambientados en Bangkok, solo que esta película termina exagera demasiado en lo segundo así que solo lo estarás viendo por esa bellísima actriz tailandesa… y no está tan mal de esa forma. 

Valoración: 4/10

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