Episodio 40
En este episodio Goku y su pandilla tienen que salvar a los terrícolas de la inminente destrucción del planeta causado por el deseo que hicieron hace un año con las esferas negras y que no pudieron remediar porque otro de los tantos diablos del universo las usara para regresar su planeta. Así que con la clásica solución de pedir ayuda al dios Mr. Satán y haciendo uso de la nave que Bulma (misteriosamente) construyó, y de la recobrada teletransportación de Goku, todo se pone en marcha de una forma tan dulce que da diabetes. Las breves apariciones de personajes como Yamcha, Ten Shin Han, Octavio, Pilaf; así como los pequeños actos heroicos de salvar a las personas que estaban por quedarse en la tierra, hacen que este episodio tenga la escala y emoción que debería tener.
Sabiendo que las esferas de estrella negra están vinculadas con su vida, Piccolo decide quedarse y morir junto con la tierra para que nadie vuelva a poner en peligro a la tierra por usarlas. Antes de esto le da sus últimas energías a Goku para que éste pueda teletransportarse de vuelta a la nave, y se despide personalmente con Gohan telepáticamente. El desarrollo de Piccolo de un villano a lo que es ahora es una de las partes más agraciadas y comentadas de todo Dragon Ball, no tengo para qué explicarlo, y la franquicia en los últimos años ha querido crear más momentos que evoquen lo que hizo DBZ con este personaje, pero terminando por crear momentos demasiado forzados y pretenciosos: un claro de ejemplo fue cuando Piccolo se sacrifica por Gohan en la saga de Golden Freezer, o cuando lo mismo pasó en la película DBS: Super Hero – en ambas ocasiones fue imposible tomarlas enserio por lo obvias que eran sus similitudes con las escenas de DBZ que querían imitar, y porque no hubo ninguna consecuencia real – Piccolo no murió definitivamente. Esta escena de DBGT en cambió sí tiene una explicación aceptable, y la despedida sí es auténtica, por lo que es un momento genuinamente emotivo.
Este episodio no aporta mucho a la trama principal, por lo que solo señalaré algunos detalles que me parecieron interesantes.
¿Recuerdan lo que dije sobre que la saga de Baby funciona temáticamente por traer de vuelta el lore de los saiyajin en este punto cerca de la culminación de la serie? Pues la idea de esta próxima saga nuevamente sirve como una celebración de lo que ha transcurrido en esta historia, solo que ahora en mayor escala. La idea fue utilizada por primera en la película de Dragon Ball Z: La fusión de Goku y Vegeta (Fukkatsu no fusion!! Goku to Vegeta), en la que los villanos de todas las sagas anteriores regresan y los guerreros de la tierra tienen que vencerlos otra vez. Independientemente de si te gusta esta premisa o si piensas que esa película o GT manejó esa idea mejor, lo cierto es que a muchos fans les encantó y querían ver más de esto. En las historias planteadas por los fans para Dragon Ball AF, la saga del infierno siempre fue una de las más discutidas y de las que tantos competían por ver quién hacía su mejor versión de ésta – claramente en respuesta a lo corta y/o desaprovechada que fue en sus dos versiones oficiales. Lo que quiero decir es que nadie estuvo satisfecho con el resultado de esta idea en la película y obviamente menos en la tan detestada GT, y obviamente hablaremos del porqué se dio el caso con lo segundo.
Empezando con otra anécdota, entre todas las cosas que me asustaron cuando veía esta serie de niño estuvo ese impactante arranque de la saga con Trunks llegando a casa lastimado. Ahora lo veo como un simple homenaje a la saga androide sin mucho fundamento aparte de eso, pero me parece pasable. Pero eso es sólo el inicio de las ideas disparatadas de esta saga, porque la explicación principal detrás de toda esta es que el Doctor Gero y el Doctor Myu construyeron a otro Androide Número 17 en el infierno, y que éste inexplicablemente puede comunicarse con el Número 17 de la tierra, a lo que él se pone de acuerdo en sincronizar sus rayos de las manos a cierta coordenada para abrir un agujero en el cielo de la tierra que sirve como un portal para que todos los villanos puedan volver y atacar el mundo de los humanos.
Episodio 41
- Los guerreros Z regresan al torneo de artes marciales. Me pregunto si hubieron otros torneos en el lapso entre el final de Z y el que vemos ahora. Y si hubieron, me pregunto cómo fueron.
- Goku entra al torneo de menores. Eso lo entiendo, ¿pero por qué el presentador del torneo no reconoció a Goku? ¿No debería parecerle extrañísimo que Goku sea un niño otra vez?
- Uno de los participantes fue un gigante monstruoso, eso es corriente en el mundo fantasioso de Dragon Ball, por lo que me parece curioso que Mr. Satán haya ganado algunos torneos cuando es común que participen este tipo de monstruos. Después de todo Mr. Satán no es tan fuerte como el
pésimoluchador de MMA Bob Sapp de la vida real, según las palabras de Akira Toriyama, y todo lo que dice ese tipo es 100% canon. - Entiendo la razón por la que Uub tuvo que ceder la victoria a Mr. Satán, pero no puedo evitar sentirme mal por el chico.
- Durante todo el episodio Vegeta se la pasa buscando a Goku para retarle a una pelea tras haber visto el poder del SSJ4, y consigue desafiarle al final, solo para que se cancele la pelea porque Goku estaba hambriento. Vegeta también ríe por eso. Eso está bien, que mantenga su rivalidad con Kakaroto sin llegar al punto de obsesionarse.
Episodios 42 – 47
Empezando con otra anécdota, entre todas las cosas que me asustaron cuando veía esta serie de niño estuvo ese impactante arranque de la saga con Trunks llegando a casa lastimado. Ahora lo veo como un simple homenaje a la saga androide sin mucho fundamento aparte de eso, pero me parece pasable. Pero eso es sólo el inicio de las ideas disparatadas de esta saga, porque la explicación principal detrás de toda esta es que el Doctor Gero y el Doctor Myu construyeron a otro Androide Número 17 en el infierno, y que éste inexplicablemente puede comunicarse con el Número 17 de la tierra, a lo que él se pone de acuerdo en sincronizar sus rayos de las manos a cierta coordenada para abrir un agujero en el cielo de la tierra que sirve como un portal para que todos los villanos puedan volver y atacar el mundo de los humanos.
Dejando de lado lo ilógica que es toda esta situación, las escenas en las que los guerreros de la tierra enfrentan y derrotan a los villanos pasados siempre me pareció satisfactoria y beneficiosa para los héroes secundarios. En Super ha habido ocasiones en las que han querido darles oponentes para pelear a los otros guerreros Z que no son más que soldados y luchadores insignificantes y sin nombre, como cuando se enfrentan a los soldados de Freezer en Fukkatsu no F o a los peleadores de relleno del torneo de la fuerza. Aquí en cambio es un enorme placer verlos castigar otra vez a esos bastardos – la segunda muerte de Nappa a manos de Vegeta en particular es un buen ejemplo de eso y una de las escenas favoritas de los fans. La parte más polémica sería en la que Goku queda atrapado en el infierno y se enfrenta a Freezer y Cell, humillándolos como un par de niños.
Muchos fans consideran que esto es un maltrato a estos dos personajes y que deteriora su estatus como villanos legendarios. Esta no es ni de cerca la primera vez que han humillado a estos dos, DBZ ya lo había hecho en la (inventada) saga del torneo de Paikuhan, y aún más graciosamente cuando Gohan hace explotar a Freezer de un solo golpe en la película de la fusión. Llegó a tal punto que Toriyama tuvo que rectificar esto y hacer que Freezer vuelva, hacerlo más fuerte que el Goku presente y volverlo un antagonista recurrente… y totalmente lo hizo por respeto al personaje y no por el marketing que éste trae. Como pueden haber deducido por mi forma de expresar esto, a mí nunca me hizo nada de gracia todo este regreso de Freezer en DBS y pienso que eso de hecho lo ha deteriorado mucho más no solo a su personaje, sino a todo el lore que este traía. Primero por esa tremenda pendejada de que con solo entrenar por unos meses se vuelva más fuerte que Goku, devaluando todo el entrenamiento, esfuerzo, emociones y experiencias que este pasó hasta ese punto. Ahora sabemos que Freezer siempre será mejor que Goku porque si tan solo hubiese entrenado por un día antes de llegar a Namekusei podría haber humillado a Goku SSJ. ¿Cuál era el punto de temerle al súper saiyajin si este podría entrenar para que nadie le pueda hacer frente? Esto lo hace ver tan flojo y estúpido, y es peor verlo ser revivido tantas veces y que a nadie le importe. Cuando Freezer vuelve en DBS: Broly no podía dejar de pensar ¡¿Qué te pasa Vegeta, no recuerdas que él mató a tu familia y a tu especie?! ¡¿Por qué no vas a hacerle pagar por eso?! Goku, ¡Recuerda lo que ese hijo de puta le hizo a tus amigos, a los namekusei y a los saiyajin! ¡Recuerda lo que te dijo Vegeta antes de morir, y lo que tu padre quería!
Ya sé que algunos me dirán, "¡pero Freezer es uno de los villanos más queridos de Dragon Ball, el merecía ser tratado mejor!" Qué me importa. La historia de Dragon Ball no es sobre Freezer, es sobre Goku; el traer de vuelta a ese villano de forma tan floja devalúa el peso de las sagas anteriores. Algunos dicen que ahora Freezer es prácticamente el “Joker” de Dragon Ball, pero no funciona así – Dragon Ball no es un comic con una historia estática en la que los personajes no se hacen más fuertes y los villanos pueden regresar cientos de veces hasta que los lectores se cansen. Ahora porque Goku y Vegeta dejaron a Freezer hacer lo que le dé la gana ha vuelto tras entrenar más y ahora él los masacra a los dos y al villano de la nueva saga y desbloqueó el enésimo repintado flojo de la franquicia, y eso es exactamente lo que merecen ese par de imbéciles. Por eso adoro ver que Goku sea el que humille a Freezer y Cell en esta saga, eso demuestra todo el crecimiento que ha tenido hasta el momento. (Cell Max es un mucho peor chiste, no merece ni ser discutido.)
Ya sé que algunos me dirán, "¡pero Freezer es uno de los villanos más queridos de Dragon Ball, el merecía ser tratado mejor!" Qué me importa. La historia de Dragon Ball no es sobre Freezer, es sobre Goku; el traer de vuelta a ese villano de forma tan floja devalúa el peso de las sagas anteriores. Algunos dicen que ahora Freezer es prácticamente el “Joker” de Dragon Ball, pero no funciona así – Dragon Ball no es un comic con una historia estática en la que los personajes no se hacen más fuertes y los villanos pueden regresar cientos de veces hasta que los lectores se cansen. Ahora porque Goku y Vegeta dejaron a Freezer hacer lo que le dé la gana ha vuelto tras entrenar más y ahora él los masacra a los dos y al villano de la nueva saga y desbloqueó el enésimo repintado flojo de la franquicia, y eso es exactamente lo que merecen ese par de imbéciles. Por eso adoro ver que Goku sea el que humille a Freezer y Cell en esta saga, eso demuestra todo el crecimiento que ha tenido hasta el momento. (Cell Max es un mucho peor chiste, no merece ni ser discutido.)
Mientras tanto en la tierra, 17 se vuelve a encontrar con 18 en un inútil intento de hacer que le ayude con su plan, así que como venganza mata Krilin frente a sus ojos. Ahora, soy tan fan de Krilin como cualquier otro fan de la franquicia, pero siempre me hizo gracia cómo esta muerte sumada con las anteriores vuelve a Krilin uno de los personajes con más muertes de toda la serie. Pero algunos fans del personaje lo ven (entendiblemente) como una desgracia, así como al concepto de Súper Número 17 en general. Aquí es donde quizás se aplica una especie de doble moral por mi parte, pero que refleja otra de los fans. Los fans de Número 17 se quejan de que éste sea presentado tan forzosamente como un villano otra vez, a diferencia de su personalidad benevolente (aunque yo diría también egoísta) vista en su regreso en Dragon Ball Super. A mí nunca me importó que vuelvan así de malo otra vez a Número 17, precisamente porque nunca sabíamos nada de él antes de que Super inventara eso de que es otro buen tipo. De la misma forma en la que los fans excusan los cambios que las nuevas entregas les han hecho a otros personajes como Freezer o Bardock, de los que sí me irritaron profundamente, porque el manga original de Toriyama no mostró tanto de ellos así que él puede volver y cambiarlos como se le dé la gana, y saber que sus fans alcornoques aceptarán todo lo que dice. Por otra parte, ¿podemos hablar de Súper Número 17, y por qué es todo un papucho?
Su diseño más “normal” comparado con los otros enemigos fantásticos de la serie se siente como un soplo de aire fresco. Su apariencia tan elegante es igualada por su imponencia en su primera aparición, con los guerreros Z presentes no dando la talla en su pelea contra él. (Una parte que siempre me causó gracia fue en la que Uub le da un frenesí de golpes pero el androide se queda completamente inmutado, tal como cuando Krilin hizo lo mismo al enfrentarse a Cell Perfecto.) La brutalidad de esa pelea es bastante decente y me gusta el regreso de las habilidades clásicas de androides de DBZ como la absorción de ki y ese brazo ametralladora. Por más que esta sea otra típica pelea de muestra antes de que llegue Goku a salvar el día, me gusta que al menos Vegeta sea el que le dé más pelea a este villano, incluso vemos el debut de su técnica característica en esta serie: el ataque de resplandor final, el cual es de mis ataques favoritos en varios juegos de la franquicia a pesar de no haber sido tan útil en la serie en la que aparece.
La forma de hacer regresar a Goku es lo menos bueno de estos episodios, en mi opinión. Al menos ahora entiendo cómo funciona, es aceptable considerando la lógica establecida para empezar este arco, pero lo de regresar el chiste de la “la carne, la leche y el pan” en este momento tan serio simplemente no encaja, mucho menos cuando consideramos que esta es la despedida oficial de Piccolo. Por lo menos no tengo un problema con este destino para Piccolo, creo que es muy badass que se quede como el guardián del infierno.
(Nota: Entre los villanos que regresaron a la tierra vimos a algunos androides de la patrulla roja, lo cual no tiene nada de sentido pero al menos me hace aliviar el saber que Número 16 está en el cielo.)
La técnica falla, pero Goku no muere porque es muy temprano para acabar la serie. Afortunadamente Goku recibe la ayuda de alguien inusual para este punto de la historia: Número 18. Esta saga es de las más cortas y menos lógicas de todas, pero aprecio que decida terminar con un enfrentamiento personal entre personajes que la serie había dejado de lado por tanto tiempo, especialmente tratándose de Número 18, la única mujer de los guerreros Z. La forma de tratar de capear a Super 17 flojea un poco. Lo de amenazarlo con usar la bomba interna de 18 funciona si quieres interpretarlo como que 17 teme más por perder a 18 que por el (nulo) daño que le causaría, por lo que eso es aceptable, pero lo de que 17 tenga que quedarse quieto para absorber los disparos de 18 no me parece tan lógico porque para este punto ninguno de los ataques de ella deberían hacerle ni cosquillas a él. Al menos me gusta cómo esto se vuelve un trabajo en equipo entre estos dos guerreros Z, mientras 18 mantiene inmóvil a Super 17 con sus ataques, Goku aprovecha para darle el golpe de gracia a este villano.
¡¡PODER DEL DRAGÓN DESTRUCTOR!! (Aunque yo lo conozco más por el nombre “golpe del dragón.”) Su uso tanto en esta saga como en la película en la que debuta es de lo más ilógico e inesperado en lo que respecta a formas de terminar la pelea, pero también es innegablemente de lo más genial que se ve en la franquicia. Goku atravesando a su enemigo con un dragón dorado es visualmente impactante e incluso simbólico si te pones a sobre-pensarlo, pero esto alza unas cuantas preguntas. La aparición de este ataque de una película, junto con la aparición de Cooler entre los villanos que regresan del infierno ha llevado a algunos a creer las películas (o al menos algunas de estas) son canónicas para GT, lo cual no puede ser el caso por razones que veremos en la próxima parte de la retrospectiva. Y si asumimos que Goku inventó esta técnica en otro punto, aún no sabemos nada de ésta o de si la habrá practicado anteriormente. Además, ¿por qué no se le ocurrió usar este ataque antes durante la pelea?
Otro de mis momentos favoritos y de los que no muchos hablan es en el que Goku le dice a Número 18 que la razón por la que 17 no quería atacarla era porque en el fondo aún le importaba. Adoro cuando Goku muestra esta sensatez y empatía con otros personajes, especialmente comparado con su caracterización retardada en Dragon Ball Super.
Y esta fue la saga de Super 17. Por mi forma de comentarla ya deben haber notado que a mí siempre me encantó, yo la disfruté un montón cuando la vi por primera vez de niño y volví a pasar un buen rato viéndola para hacer esta entrada. Los de Toei estaban contando los días para cancelar la serie por lo que decidieron recompensar a los fans con una saga que traiga de vuelta a todos estos personajes para hacer una celebración de toda la saga, y lo hicieron sin importarles la lógica de la serie por lo que es entendible que muchos fans –especialmente los que recién ven la serie ahora– tengan un problema con eso. Este es un enfoque más similar a lo que hace Toei con la franquicia actualmente: traer de vuelta y dar relevancia a personajes ninguneados al coste de la lógica y continuidad de la serie con la única finalidad de apelar a la nostalgia. El primer proyecto en el que esta fórmula fue obvia fue en la película de La resurrección de Freezer, en la que hasta el mismo Toriyama admitió que todo fue hecho por el fanservice nostálgico sin importarles las incoherencias y excusas poco convincentes como que Freezer pueda entrenar en unos meses y pasar de ser nivel de poder estelar a superar el nivel “universal”. De ahí, esa mentalidad de “crear un espectáculo que a los fans les guste aunque no tenga sentido” continuó por todo Dragon Ball Super. Lo que me hace aceptar esta saga más de lo que ha hecho Super con la misma intención es lo inofensiva que es al final del día – todos los villanos revividos regresan a donde estaban y los buenos ganan por su propio esfuerzo y compañerismo. Este modo de hacer espectáculos en DBS sí me ha llegado a molestar por depender tanto de traer viejos personajes y calcar viejos guiones de la serie en vez de idear algo nuevo y darnos algo creativo. Las últimas películas de la franquicia, Broly y Super Hero, me irritaron en particular por desperdiciar la oportunidad de darnos una historia original y ambiciosa de Dragon Ball para la pantalla grande sólo porque a Toei le importa más el sobreexplotar el factor nostálgico de la franquicia.
Como última nota, cabe resaltar que entre todos los talentos traídos para colaborar con esta serie, la que más me sorprendió ver (o mejor dicho oír) fue la cantante Shizuka Kudo, con su canción “Blue Velvet” que sirve como el tercer tema de cierre. Con canciones como “Again”, “FU-JI-TSU”, y “Mugon… Iroppoi”, Shizuka se volvió rápidamente una de mis cantantes de J-pop favoritas de los 80s, y su canción para esta serie es épica y distinguible por su tono más movido y animado que sus predecesoras. Y el videoclip oficial para dicha canción es, como dirían en mi país, locaso.
Otro de mis momentos favoritos y de los que no muchos hablan es en el que Goku le dice a Número 18 que la razón por la que 17 no quería atacarla era porque en el fondo aún le importaba. Adoro cuando Goku muestra esta sensatez y empatía con otros personajes, especialmente comparado con su caracterización retardada en Dragon Ball Super.
Y esta fue la saga de Super 17. Por mi forma de comentarla ya deben haber notado que a mí siempre me encantó, yo la disfruté un montón cuando la vi por primera vez de niño y volví a pasar un buen rato viéndola para hacer esta entrada. Los de Toei estaban contando los días para cancelar la serie por lo que decidieron recompensar a los fans con una saga que traiga de vuelta a todos estos personajes para hacer una celebración de toda la saga, y lo hicieron sin importarles la lógica de la serie por lo que es entendible que muchos fans –especialmente los que recién ven la serie ahora– tengan un problema con eso. Este es un enfoque más similar a lo que hace Toei con la franquicia actualmente: traer de vuelta y dar relevancia a personajes ninguneados al coste de la lógica y continuidad de la serie con la única finalidad de apelar a la nostalgia. El primer proyecto en el que esta fórmula fue obvia fue en la película de La resurrección de Freezer, en la que hasta el mismo Toriyama admitió que todo fue hecho por el fanservice nostálgico sin importarles las incoherencias y excusas poco convincentes como que Freezer pueda entrenar en unos meses y pasar de ser nivel de poder estelar a superar el nivel “universal”. De ahí, esa mentalidad de “crear un espectáculo que a los fans les guste aunque no tenga sentido” continuó por todo Dragon Ball Super. Lo que me hace aceptar esta saga más de lo que ha hecho Super con la misma intención es lo inofensiva que es al final del día – todos los villanos revividos regresan a donde estaban y los buenos ganan por su propio esfuerzo y compañerismo. Este modo de hacer espectáculos en DBS sí me ha llegado a molestar por depender tanto de traer viejos personajes y calcar viejos guiones de la serie en vez de idear algo nuevo y darnos algo creativo. Las últimas películas de la franquicia, Broly y Super Hero, me irritaron en particular por desperdiciar la oportunidad de darnos una historia original y ambiciosa de Dragon Ball para la pantalla grande sólo porque a Toei le importa más el sobreexplotar el factor nostálgico de la franquicia.
Como última nota, cabe resaltar que entre todos los talentos traídos para colaborar con esta serie, la que más me sorprendió ver (o mejor dicho oír) fue la cantante Shizuka Kudo, con su canción “Blue Velvet” que sirve como el tercer tema de cierre. Con canciones como “Again”, “FU-JI-TSU”, y “Mugon… Iroppoi”, Shizuka se volvió rápidamente una de mis cantantes de J-pop favoritas de los 80s, y su canción para esta serie es épica y distinguible por su tono más movido y animado que sus predecesoras. Y el videoclip oficial para dicha canción es, como dirían en mi país, locaso.
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